Una oda al mal gusto en el Pepsi Center con Die Antwoord

Foto: David Segundo.

Algunas de las pocas conexiones que recordamos entre México y Sudáfrica son el partido entre ambas selecciones en el mundial del 2010, Sixto Rodríguez con "Sugarman" que fue de suma importancia en ese país africano y las monografías de Nelson Mandela o Kofi Annan en la primaria cuando era día de la ONU. Fuera de eso, el siguiente gran vínculo se llama Die Antwoord, quienes colmaron el Pepsi Center este 22 de mayo, para ofrecer uno de los conciertos más enérgicos y atascados que recordaremos de este 2017.

Die Antwoord ya había estado en un Corona Capital y en un Vive Latino, pero no en un recinto para ellos solos como ocurrió anoche. El resultado fue un sold out desde hace varias semanas. Este trío de "electro rap-raveros" hicieron temblar la colonia Nápoles con sus beats que nos recordaban desde los soundsystems más callejeros hasta los hits de Eurodance más exitosos del año 2000.

 

Los representantes del Zef (palabra del slang sudafricano que refiere a algo "uncool” o "de mal gusto" entre las clases medias/bajas), habían anunciado el año pasado su separación, sin embargo a principios de este 2017 decidieron que lanzarían un nuevo álbum llamado The Book of Zef para luego retirarse de la movida musical. Era por eso que había que disfrutar al máximo ya que no sabemos si podremos ver de nuevo juntos en un escenario a Ninja, a Yolandi y a Hitek enloqueciendo con su peculiar manera de insultar a las clases altas y bailar en poca ropa.

 

Lo que ocurrió en el Pepsi Center era un rave en pleno lunes. Había gente que ya hasta había vomitado antes de arrancar el concierto, para que se den una idea de las ansias que inundaban al público. Canciones infaltables como "I Fink U Freeky", "Fatty Boom Boom" y "Enter the Ninja" se mezclaron con algunas más nuevas como "Love Drug",  "Banana Brain" y "Ugly Boy", canción que samplea la maravillosa "Ageispolis" de Aphex Twin, artista favorito de Ninja, mismo que tiene tatuado el logo del productor inglés.

 

El show de Die Antwoord es único por su energía y por su capacidad de lograr que las clases altas bailen y gocen de ritmos que provienen del barrio bajo. En ningún momento esconden sus orígenes o niegan la cruz de su parroquia, al contrario, mientras más de barrio salga el show mejor. Groserías, nalgadas, Yoli en poca ropa, Ninja en bóxers arrojándose al público, Hitek con su tradicional máscara de un ser que parece estar poseído. Y así estaba el público: poseído por la tremenda vibra que salía de estos tres individuos que esperamos poder disfrutar en el futuro a pesar de su posible separación.

 

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