Un oasis en Monterrey: J Balvin en Hellow Festival
Foto vía Hellow Festival
A finales de septiembre del año pasado, Complex otorgó su portada a los dos íconos latinos que están reventando al mundo entero: J Balvin y Bad Bunny. Esta portada estaba acompañada de una serie de retratos situados en un barrio de NY.
Además en su canal de YouTube, la publicación estadounidense subió una entrevista de largo aliento moderada por Ángel “El Gurú” Vera, editor de Rapetón, donde el par de latinos conversaban cara a cara sobre cómo se conocieron y donde coqueteaban sobre sus primeras incidencias en un mismo estudio de grabación. Aquí la primera pista del aún desconocido Oasis.
Está claro que si quieres tener más de 50 millones de views en menos de 3 días es por medio de colaboraciones. Es el modelo del hype en el género. Es un intercambio de “favores” muy del reggaeton que plantea que todos venimos de la calle y queremos “pa’lante”.
Muchos la aplican, otros cuantos prefieren no pedir favores y se vale. Pero de qué otra manera podíamos haber obtenido una joya como “Mía” del más amado de Toronto y el nuevo ídolo de Puerto Rico. ¿Quién le habrá pedido el featuring a quién? Se queda el balón en el aire.
Todavía seguíamos cantando el verso de Drake en español “dile que tú eres mía, mía…” cuando a través de sus cuentas de IG liberaron el arte del ahora ya bautizado, Oasis.
Lo escuché, me gustó, pero algo le faltó. Cerré los ojos pero mi cerebro seguía pensando en por qué Oasis. Al otro día no entendía por qué no me terminaba de convencer el disco colaborativo entre dos de mis referentes contemporáneos, de alguna manera lo tenía que entender pronto porque tenía que abordar el acontecimiento en el Viernes de Perreo Millennial.
Abrimos el programa y sin haber intercambiado información previa con Esamipau, comenzamos una charla acerca del álbum. Ella en realidad no es tan fan de Bad Bunny pero sí de J Balvin, entonces hubo un equilibrio de opiniones al respecto y concluimos que Oasis es un disco innovador, tal vez no el máximo en sus carreras, pero sí marca un plot point dentro del timeline del reggaeton y el latin trap.
