NANO MUTEK 2018: como una cata para apreciar un trago
“La fiesta de quince años, la presentación en sociedad de la niña que se convierte en señorita…”, basta de cursilerías, acá no vamos a hablar de aquella idealización y menos aún porque MUTEK no necesitó llegar a su edición número quince para que todos supieran quienes son. Cada año más grande, cada año más impresionante. Conforme se acerca el fin del año es MUTEK el verdadero festival al cual hay que asistir sí o sí; muy linda la Curva Cuatro y las playas de Acapulco pero es en las bodegas y contenedores industriales de la zona metropolitana donde la verdadera magia ocurre.
Los festejos de MUTEK 2018 iniciaron en Galera, un recinto en la colonia Doctores que desde afuera no sobresale del resto de la calle, pero que en su interior ya estaba preparado para la alineación de artistas de la edición NANO, dos actos nacionales y dos internacionales.
El primero en subir al escenario fue Yamil Rezc bajo el seudónimo de Transgresorcorruptor. Éste es uno de esos curiosos que se dan dentro de MUTEK: Yamil es reconocido por producir a Zoé, Julieta Venegas, Hello Seahorse! y Pepe Aguilar, llegando inclusive a ganar Grammys Latinos por su labor tras la consola y a trabajar en producciones de gran renombre como son 007: Spectre y La Casa de las Flores. Uno lee esta serie de labores desempeñadas y se podría preguntar “¿qué diablos hace alguien como él en MUTEK?”; pues justo fuera de todo ese ámbito, como si fuera un escape personal, es que surge Transgresorcorruptor.
Con más de un lustro trabajando en Static Discos, actualmente Yamil se encuentra promocionando su segunda producción Hit, lanzada en mayo pasado. Apartándose de todo lo que le rodea y dónde suele desenvolverse como Yamil Rezc, Transgresorcorruptor busca explorar los límites audibles y espirituales con su música. El pasado viernes no se trató de poner a bailar a los primeros asistentes de Galera, si no de atrapar la atención de aquellos que presenciaban su acto y encapsularlos dentro de una serie de densos sonidos análogos de corte cósmico, como si de una pieza de Ash Ra Tempel se tratara.
El siguiente en tomar posesión del escenario fue el dueto de Paulina Olea y Víctor Vallone bajo el seudónimo de AMNL PRNT. Un cambio se presentó en el ambiente en cuánto la voz de Paulina sonó por primera vez, la atmósfera tan etérea de Transgresorcorruptor se vio corrompida por una serie de palabras dulces, encantadoras y sumamente precisas, fiel a las maneras de Björk, que además se adecuaba en perfecta simbiosis con los sonidos que Víctor entregaba. Sin lugar a dudas el pop experimental de este par de oriundos de la “Cedemex” fungió como un puente musical idóneo entre Yamil y lo que vendría después.
Un nombre pesado, de esos que por sí solos llenan escenarios, el primer headliner del quinceavo aniversario de MUTEK MX, uno de los actos más atractivos de la temporada: Sean Bowie, mejor conocido como Yves Tumor. A más de medio año de distancia se siguen escuchando los comentarios de “¿No viste a Yves Tumor en NRMAL?, ¡estuvo CABRÓN!”, y pues sí, Mac DeMarco tenía más público pero los que vieron a YT salieron con la cabeza explotada y los Bragging Rights de haber presenciado un acto irreal plagado de saturación sonora y sensorial. Pero la vida es condescendiente (a veces) y dio a los mexicanos una segunda oportunidad para poder presenciar el acto del más reciente fichaje de Warp Records.
Con su tercera producción bajo el brazo, Safe In The Hands Of Love (2018, Warp), el oriundo de Tennessee se paró en medio del escenario y dio la sorpresa de la noche, pues presentó un acto centrado en los temas de su recién entregado lanzamiento en vez de enfocarse en el abrasivo noise que presentó en el Deportivo Lomas Altas hace unos meses. Canciones como “Noid”, “Honesty” o “Recognizing The Enemy” fueron las estelares de un show en el que Yves no permitió que nadie le apartara los ojos de encima; y si alguno lo llegó a hacer, en cuanto se bajó del escenario y empezó a cantar entre los asistentes, que poco a poco armaron un mosh a su alrededor, automáticamente volvió a centrar su atención en la enigmática figura que no paraba de interpretar.
Conciso y preciso, cuarenta minutos le bastaron a Yves Tumor para dejar a propios y extraños atónitos ante lo que acababan de presenciar. Muchos decidieron en ese momento retirarse, ya habían visto a un artista (en todo el sentido de la palabra) reclamar suyo el escenario y hacer con él cuánto había querido; pero para aquellos necios que no podíamos intempestivamente aterrizar y volver a la realidad quedaba una sorpresa más.
Tan sólo un par de días antes se anunció al cuarto talento que formaría parte de NANO, un nombre con camino recorrido pero que el tiempo no ha reconocido como debería: Chris Sargent, mejor conocido como DJ Unknown. Él es heredero del happy hardcore, una versión evolucionada de harcore que ya incorpora elementos de breakbeat, pero que resulta mucho más amigable que su hermano, el jungle. A principios de los noventa, Sargent se alió junto a Simon Cranny y formaron Sy & Unknown, uno de los proyectos más exitosos del happy hardcore y que fundara la disquera Quosh Records.
Un cuarto de siglo de experiencia tras las tornamesas respalda la actuación de DJ Unknown, otra de las grandes sorpresas que sólo MUTEK es capaz de presentar y que, a pesar de que cada vez era menor la cantidad de personas que lo escuchaban y bailaban, aquellos afortunados obstinados que permanecieron hasta el final de su acto, salieron más que contentos por todo el sudor derramado en la pista.
Fue de esta manera que MUTEK lo hizo de nuevo: a exactamente un mes de iniciar oficialmente su aniversario quince ofreció un evento más que memorable y aplaudible como previo de lo que viene. De igual forma que una cata expande los horizontes para que se puedan apreciar todos los elementos que componen un trago, NANO MUTEK es una dignísima muestra del potencial que el festival poseé; y si así de buena estuvo la previa, no sé porqué siguen dudando en asistir a su versión completa.