Después de la Segunda Guerra Mundial, la forma en la que se encontró fin a las luchas armadas en los países europeos fue por medio de una dependencia económica a través del comercio que, más tarde se tradujo en la Unión Europea. Era mejor tener donde vender bienes que un lugar al cual lanzarle bombas. Y aunque en general el libre comercio ha traído beneficios como el desarrollo económico, el crecimiento tecnológico, y el fortalecimiento de lazos entre Estados, el modelo no ha evolucionado para cubrir las carencias del mundo actual, que exige el respeto a los derechos humanos, el cuidado del medio ambiente, y lograr que todos (no sólo los más ricos) se favorezcan de las ganancias que estos acuerdos implican crear.
Con esta última idea en mente fue que el 2 de febrero Alfred-Maurice de Zayas, experto estadounidense de la ONU, instó a los negociantes del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP) –del cual México es parte junto con Australia, Brunéi, Canadá, Chile, EUA, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, y Vietnam–, a no firmarlo hasta que estos países reafirmen sus obligaciones en el campo de los derechos humanos y su compromiso de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los cuales están la igualdad de género, la educación de calidad, y la reducción de desigualdades. Un punto a señalar es que el pacto es producto de negociaciones secretas en las que jamás, desde su inicio en el 2012, la opinión pública y ciudadana fue consultada.
El TPP abarca 12 naciones, con lo cual la alianza representa el 40% del PIB mundial y un mercado de 800 millones de personas. Entonces, si el tratado busca el progreso y mejora de vida de los englobados, y no sólo por tener más opciones de comercio (aún con el provecho que implica) ¿por qué excluir elementos que lo harían más benéfico para la gente como Alfred-Maurice señala? Diferente a lo que se piensa, la paz no es únicamente la ausencia de guerra entre Estados, pues la pobreza, el incumplimiento de los derechos humanos, y las desigualdades, son una forma de violencia que, mediante la clara y oportuna negociación de convenios como el TPP, se podría disminuir.