Fotografías por Ivonne Castelazo
El 27 de septiembre arrancó la Semana Indie Rocks!, y vaya que fue un arranque explosivo. El garage y la psicodelia se hicieron presentes de mano de The Risin’ Sun, y los estelares Thee Oh Sees. Los locales dieron un show como se esperaba de ellos, mostrando porque tienen ese lugar dentro la escena que se ganaron casi de inmediato, y el público no pudo hacer más que dejarse llevar por la energía de este trío que se encuentra a la vanguardia del revival de la psicodelia setentera.
A pesar de algunos detractores, The Risin’ Sun se entregó por completo al público, dejando el ambiente listo para lo que seguiría.
A las once de la noche ya estaban listas las baterías de Ryan Moutinho y Dan Rincon, el Precision Bass de Tim Hellman, y la ya característica SG de acrílico del frontman John Dwyer. Thee Oh Sees arrancaron de golpe con “The Dream” (Carrion Crawler/The Dream, In The Red, 2011).
Moutinho y Rincon parecían ser dos mitades de un mismo cuerpo con cada golpe a las baterías perfectamente sincronizadas, y a pesar de tener un equipo más parecido al que usaba Ringo Starr, parecía que tenían todo el arsenal de Neil Peart. Por su parte, Hellman tocaba con una facilidad que dejaría a cualquiera atónito, y jamas se separó del ritmo que marcaban los bateristas.
¿Y qué podemos decir de Dwyer? Siempre al lado izquierdo del escenario, a ratos hasta parecía querer quitarse del camino y dejar que la música hiciera todo el trabajo, sin importar que en ocasiones el feedback dominara sobre todo lo demás, parecía que la banda lo adoptaba como un efecto más.
A “The Dream” siguieron “Withered Hand” y “Ticklish Warrior” y fue con esta última, de su más reciente producción – A Weird Exits – que todos los asistentes parecieron sentirse más cómodos para saltar al ritmo del riff. Después tocaron “Web”, para dar paso a uno de los sencillos del Floating Coffin, “Toe Cutter – Thumb Buster” y seguir después con “Plastic Plant”. Era ya más que evidente que no habría descanso. Con sólo un “muchas gracias” por aquí y por allá por parte de Dwyer, el set siguió con “Encrypted Bounce”, “Dead Energy” y “Sticky Hulks” justo antes de un tema más del Floating Coffin, “I Come From The Mountain”.
Justo antes de cerrar, Dwyer advirtió que las siguientes sería las últimas canciones, y sugirió que si alguien tenía que pasar al baño, eligiera cualquier momento entre “una canción rápida, una muy densa, y una sumamente larga”, fue así que dio paso a “Gelatinous Cube”, Rogue Planet”, para despedirse de la CDMX con “Contraption/Soul Desert”. Para ser la primera visita a esta ciudad de la banda de San Francisco, realmente parecían estar en casa, y sólo podemos esperar que haya sido la primera de muchas.
