Fotos: Misael Garrido

19 de mayo 2022 en CDMX. El tráfico es horrendo, la noche está por caer, claxons, luces que van de verdes a rojas, gritos de la gente que va tarde, pero a pesar de todo eso, llegaron a ver un show que voló cerebros, y que al mismo tiempo sirvió para abrazar al corazón.

El Foro Sol es un escenario perfecto para albergar a miles de almas ansiosas de tener de nueva cuenta un show en vivo, una presentación que deje de qué hablar por el resto de la semana. Desde Philadelphia, The War On Drugs salió a escena. Guitarras listas. Todos se acomodaron. El primer acorde llegó de la mano de “Burning” que inmediatamente provocó sonrisas en las y los espectadores, pues sabían que la rola de 2014 era necesaria para poder abrir un show de tal magnitud.

Pasaron los minutos, y The War On Drugs siguió prendiendo con lo mejor que sabe hacer: palabras y guitarras juntas, perfectas para olvidarse de todo, cantar abrazados y darse cuenta que ese momento es tuyo y nadie más te lo puede quitar.

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“Red Eyes”, una de las rolas entrañables, significó cinco minutos de emociones descontroladas. Una guitarra llevó el ritmo para no bajarlo y poner a gritar a quienes presenciaron su show. Y aunque la multitud no se conocía, la gente estaba unido coreando las rolas de la banda de Philadelphia. Un conteo más y The War On Drugs cambiaron a “Under The Pressure”; sus acordes vieron caer la noche en la CDMX. Fue perfecta para decir una vez más: “Gracias México”.

Sin la noción del tiempo, por la emoción dentro el cuerpo, llegó la despedida, una emotiva, tenía que ser “I Don't Live Here Anymore”, una colaboración con Lucius, sin ellas físicamente, pero sí en playeras que el grupo portaba.

Asi se despidio The War On Drugs, una banda que está a la vanguardia sonora y que busca llegar más lejos de lo que ya lo ha hecho, una banda que sin duda será el próximo nuevo headliner de un festival. Ayer, 19 de mayo, entregaron el alma para conectar con el público que ama a los del país de las barras y las estrellas.

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