Mac DeMarco generó momentos de calma, dulzura y risas en el Foro Sol
Fotos: Por Misael Garrido
Este mes se cumplen tres años desde que Mac DeMarco lanzó Here Comes The Cowboy (2019, Mac’s Record Label), cuarto álbum del multiinstrumentista y productor canadiense. Una perfecta oportunidad (y excusa) para que volviera a pisar tierras mexicanas en el Foro Sol junto con The War On Drugs y The Strokes.
El show en la Ciudad de México probablemente sea el último por un tiempo indefinido en la carrera de Mac. En su página web, el músico anunció que cancelaría todas las fechas para su gira norteamericana de noviembre de 2022, así como sus giras europeas de junio de 2022 y giras europeas de septiembre / octubre de 2022. Te contamos qué sucedió en esta emotiva, cálida y, por el momento, última presentación.
El sonido y el estilo de Mac DeMarco es inconfundible. Con su guitarra y un sombrero verde militar, tocó canciones de This Old Dog (2017, Captured Tracks) como “My Old Man” meciéndonos al son de “Uh-oh, looks like / I'm seeing more of my old man in me”, para después continuar con una de Here Comes The Cowboy, “Nobody”.
Si bien dicho álbum se caracteriza por ser más tranquilo y suave, quedó perfecto como inicio de una noche que prometía guitarras eufóricas. Con “Nobody”, Mac DeMarco creó un espacio de suavidad y calma, que pronto se convertirían en gritos y risas por agarrar un peluche del Dr. Simi, mostrándolo al público para después dejarlo encima del amplificador, por lo que el Dr. Simi se vio acostado atrás de DeMarco, durante la presentación.
Uno de los momentos más memorables de la presentación, sin duda, fue “Chamber Of Reflection”, puesto que la tarde, aún con el calor, se notaba un poco gris, pero en cuanto comenzó a tocar tal canción, se hizo un atardecer naranja y cálido, dándole un color arrebol a las nubes. El suceso se sintió casi mágico, considerando que, finalizada la canción, el cielo no permaneció así.
Otro momento de conexión entre Mac y la audiencia, fue “My Kind Of Woman”, donde las parejas se cantaban y mostraban afecto, mientras el músico cantaba y tocaba la rola con entusiasmo y mucha emotividad.
Indudablemente el show de Mac DeMarco osciló entre momentos de calma, dulzura y risas, gracias a la música y a un artista que no dudaba en pararse de manos en el escenario entre sus canciones. ¡Esperamos que, cuando vuelva a sentirse listo, retome sus conciertos!
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