Por Aurora Villafuerte
A principios del siglo XIX, la ciudad de Núremberg quedó pasmada tras conocer la historia de Kasper Hauser, presunto hijo ilegítimo de la casa real de Baden que había permanecido trece años encerrado y a oscuras, aseado cuando dormido, provisto diariamente de pan negro y agua, pero privado de cualquier clase de contacto humano.
El misterio de su procedencia, su condición física y mental, y el ataque con arma blanca que causó su muerte ha inspirado a científicos, literatos, cineastas y músicos. Entre los artistas interesados en el mito del infante se encuentra el director Davide Manuli, quien a principios del año presentó su filme La leggenda di Kaspar Hauser, cuyo soundtrack fue creado por Vitalic. El francés aportó algunos tracks de su última producción, Rave Age, para añadir dramatismo a la cinta protagonizada por Vincent Gallo.
“The Legend of Kasper Hauser”, tema homónimo a la película, implanta un mood oscuro y decadente parecido al de “The March of Skabah”, que remite a un escenario misterioso mediante el uso de simpáticos sintetizadores y tonadas fantasmagóricas aptas para niños, asustadizos y propensos a paros cardíacos. La atmósfera de ultratumba también se hace presente en la décima canción de Rave Age, “La Mort Sur Le Dancefloor”, la cual podría ser incluida en una actualización de playlist del inframundo.
Los sonidos espeluznantes son reemplazados por cadencias delirantes en “Rave Kids Go”, un pasaporte que permite el acceso al animado mundo de Vitalic. “Stamina”, primer single del disco, es un golpe de energía en formato 8 bits. Líneas de bajo viciosas, acompañadas de beats acelerados y progresivos, hacen honor al nombre del segundo corte, mientras nos recuerdan al soundtrack de un videojuego clásico. “No More Sleep” se une al ataque de adrenalina; es audaz, ágil y diestra. La actitud frenética de este tema produce el mismo efecto que la taza de café que pone en movimiento a los privados del sueño.
Por momentos, Vitalic conduce a terrenos menos agresivos y más melódicos. Durante “Fade Away”, sintetizadores soñadores y coros empalagosos nos acercan a un sonido más pop e incluso nostálgico de los años dorados de la electrónica y el disco. “Under Your Sun” retoma la suavidad y pulcritud de “Fade Away”, mientras se apoya en una melosa voz femenina. Los sonidos intermitentes y futuristas de “Vigipirate” construyen un puente entre ambas canciones, una transición con sonido simple y oscuro.
Los diferentes y muy marcados cambios de estilo entre canciones hacen evidente la inconsistencia del álbum, y demuestra que Vitalic funciona mejor trabajando en dosis más pequeñas (Poney EP, te estamos mirando a ti). El lado amable de ésta situación es que la notable diferencia entre tema y tema permite que cada canción sea ubicada como una unidad, más que como un momento confundible del álbum.
El sucesor de Flash Mob (2009) tiene un concepto similar al de las producciones que lo preceden: energía descontrolada, sonido artificial y actitud brutal. Lo que hace único a éste disco es la inclusión de letras y voces provistas por invitados como Michael Kurkousse, miembro de Goose, Reeves de Shitdisco, y Sexy Sushi.
Los seguidores veteranos de Pascal Arbez encontrarán en este disco un estilo familiar con un leve giro, y los que apenas comienzan a empaparse con el sonido de Vitalic, descubrirán un LP interesante y accesible.