El largometraje Another Year (2010), última entrega del director inglés Mike Leigh estrenada en el festival de Cannes de 2010, nos presenta un viaje a través de las cuatro estaciones del año que vive una familia de clase media en los suburbios londinenses. Los vínculos sociales del matrimonio estable en los límites de la tercera edad fungen como motor de la historia y dan vida a este honesto y humilde retrato de la vida cotidiana de una sociedad inglesa cerrada, inmersa en la soledad y la inherente dificultad por generar lazos auténticos de amistad.
A partir de una narrativa que evoca lo emocional y sincero, Leigh expone y cuenta la historia de Tom (Jim Broadbent) y Gerri (Ruth Sheen), una pareja que vive su matrimonio en armonía y felicidad. Esta situación de confort es amenazada por diversos personajes “satélite” que conforman el círculo social del matrimonio. De esta forma, el entorno social cerrado y repelente a toda muestra de cariño actúa de forma que estos personajes en búsqueda de cariño y aceptación, creen inconscientemente más problemas y se hundan aún más en su soledad.
La forma de abordar el contexto social por parte de Leigh funciona de una manera tenue, y es esta misma sutileza la que plasma y da vida a personajes y situaciones que por más cotidianas que aparenten ser, traen consigo una carga emocional cruda y veraz. Una sociedad que sin alcohol de por medio es incapaz de convivir y dar muestras de cariño es la que Mike Leigh retrata en Another Year. Sentimientos silenciados y reprimidos que no pueden romper con la barrera impuesta por una forma seca y conservadora de ser. El paso de las cuatro estaciones del año con la soledad y represión emocional funcionando como único común denominador. Una propuesta que llega este fin de semana a nuestras pantallas y no puede pasar desapercibida. Una forma sincera y sin pretensiones de hacer cine.