Del 1 de julio al 30 de noviembre se vislumbran los cinco meses más cruciales de la presidencia que encabeza Felipe Calderón Hinojosa, porque las dificultades de gobernación del país no tendrán parangón ninguno con las enfrentadas en otros momentos de su administración.Pero la complejidad de los problemas dependerá del papel personal, partidario y gubernamental que asuma el mandatario durante las tres semanas que restan de campañas electorales. Por la urgencia del caso, al personaje le quedan sólo algunas horas para decidir en cuál de los siguientes escenarios desea, por voluntad, insertarse o, sin desearlo, quedar entrometido de lleno. PRIMER ESCENARIO: El Presidente ejerce de Jefe de Estado cabal. El país ya no da más para seguir simulando que lo es. Ni para observarlo únicamente como jefe de un partido en desahucio electoral muy ávido de reusar el denuesto contra el enemigo. De ahí que no basta la abstención presidencial aparente en el proceso de descomposición de las campañas, sino que del Presidente se reclaman decisiones en activo para parar, de tajo, las campañas negras vigentes en contra de los candidatos del PRI y de la Izquierda. Su acción inmediata es frenar a la candidata presidencial, a integrantes de su parentela civil y de su propio gabinete que hoy colaboran en campañas del PAN. En tanto que son los principales impulsores de la guerra sucia propagandística, en su inoperante busca de salir del tercer lugar de las encuestas. La función de Estado a ejercitar, implica hacer contundentes llamados a otros órganos del Estado y de la sociedad desde la misma presidencia, para que un partido como el PRI no use estrategias similares en contra de sus adversarios. En especial, se exige garantizar el equilibrio y la equidad en la contienda impidiendo a los gobernadores y funcionarios que irrumpan con apoyos, trasvase de recursos y operaciones netamente electorales; que a pesar de ser conductas ilegales, la realidad ya documenta que rondan sobremanera la elección del 1 de julio próximo. SEGUNDO ESCENARIO: El Presidente se refugia en el quietismo indiferente. Dicha postura es la de apariencia más cómoda. El Ejecutivo se obsesiona en adelante por temas menores de la república; las salidas al extranjero y la desagendización de compromisos resultan vías efectivas para desconectar su hemisferio izquierdo del cerebro (que dimensiona el tiempo) con su hemisferio derecho (que sintetiza el espacio). Se dedica sólo a observar la putrefacción política y, de cuando en cuando, consulta el día que es. El timón presidencial queda así a la deriva.
TERCER ESCENARIO: El Presidente se convierte en motor de repuesto en campañas del PAN o del PRI. Esto es un escenario de riesgo extremo. El Ejecutivo se rinde ante aduladores que lo sitúan como el único salvador de los partidos “decentes”. Que lo erigen también en el dique moral que librará de personajes insanos a la patria. Se le aúpa como alguien que sí sabe cómo hacer guerras sucias y salir avante, entre promesas de seguirlo sin fatiga para echar restos. La desmesura y el cochinero electoral se tornan en sello de la casa. Las instituciones políticas y electorales, como simples satélites, ahora gravitan alrededor de las razones de Estado. Y la democracia, es reenviada a la constelación más lejana.
Dependiendo de la decisión adoptada por Calderón Hinojosa, es posible aquí imaginar el lugar que se apresta a depararle la historia mexicana:
EN EL PRIMER ESCENARIO: Quizá, su gobierno podría trascender como la versión mexicana del de Mijaíl S. Gorbachov. Ya que a pesar de haber fracasado en su perestroika (la guerra vs. el narco), una genuina postura de Jefe de Estado asumida en un momento histórico preciso (su glasnot vernácula), le haría merecedor de reconocimiento doméstico y exterior si hubiere una tersa alternancia del poder democrático. El combo integral sobrevendría con la desestructuralización del viejo régimen político (la URSS priista). Sobra decir que no habría mayor desagravio en la historia política de FCH, que salir de San Lázaro sin banda presidencial entre aplausos de los ganadores. Y no por la puerta que usó hace seis años. Al inicio de 2013, hasta podría anunciarse la apertura de la Fundación Calderón en la Calle de Madero de la Ciudad de Morelia; mientras el ex presidente acompaña andando a sus hijos a la escuela.
EN EL SEGUNDO ESCENARIO: Ante la pregunta de ¿quién fue Felipe Calderón Hinojosa?. Respuesta rápida en google: guerra, narco, etc.
EN EL TERCER ESCENARIO: Se reserva el dominio para el Centro de Estudios Calderón Hinojosa ( www. centrocalderón.org.). Pero como únicamente tiene existencia virtual, ofrece cursos en línea a precios módicos para la clase política de la ciudad de Osaka, Japón. Los ex presidentes Fox y Calderón fundan un partido político cuyo secretario general es Luis Carlos Ugalde. Bajo una forma de organización virtual, porque el Movimiento 132 sigue esperándoles afuera de cada asamblea de distrito para solicitarles autógrafos. Jorge Castañeda les acompaña a Washington para recurrir ante la Comisión Interamericana, desde donde suelen transmitir el programa “Cuarto grado”.
Felipe Calderón Hinojosa tiene la última palabra. La historia le asignará el lugar que él decida.
*El autor, es doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, profesor de tiempo completo del Departamento de Derecho de la UIA Ciudad de México y especialista en Derecho Electoral.