"I keep my head down and my mouth shut, because if you’re going through hell, you just keep going// Mantengo mi cabeza baja y mi boca cerrada, porque si vas pasando por un infierno, sólo sigues adelante" – King Krule, “Easy Easy”
Hacia el final de la adolescencia llega una necesidad de encontrarle un sentido a las cosas. De pronto, nos encontramos encerrados dentro de un cuerpo que tiene un hambre que se satisfará, únicamente, con el mundo entero. El planeta se come de a mordiditas, es decir, con trabajo constante, incluso si esto significa encerrarnos en nuestra habitación –cara frente a la computadora– durante días enteros, trabajando en lo que se nos venga en gana. Tras varias sesiones de aislamiento, y de infinitas grabaciones e intentos de crear ritmos cautivantes, el 24 de agosto celebramos el cumpleaños diecinueve de Archy Marshall, mismo día en que estrenó su álbum debut, 6 Feet Beneath the Moon (True Panther Sounds, 2013), bajo el seudónimo King Krule. El título, según lo que el cantante dijo cuando lo entrevistaron en el Melt! Festival, se refiere a la distancia a la que siempre estamos de nuestras aspiraciones. Él ve la luna y ahí ve sus aspiraciones.
El joven inglés, también conocido como Zoo Kid, DJ JD Sports, o Edgar The Beatmaker, es parte de una ola de jóvenes creadores que reúne a artistas como Adele, Katy B, The Kooks, o Rizzle Kicks –todos alumnos, en algún punto de sus vidas, de The Brit School-. De la misma manera que Britney, JT, o Gosling comparten el sello del ratón Miguel, del otro lado del charco nos encontramos con una escuela de inmensurable talento joven y relevante para la música popular.
En 6 Feet Beneath the Moon King Krule, acompañado de la historia del brit pop, entra a un callejón oscuro y sin salida, la calles están húmedas, y el aire que se respira es desolado y frío. La guitarra de Joe Strummer se logra oler en el humo del cigarro de Marshall, mientras su voz grita, y gruñe en “Easy Easy”, el primer track, y el primer sencillo del álbum, cuyo video se puede ver más abajo. Su registro grave lo retrata como un adulto empequeñecido que va por la vida, ya sea cuestionando o indiferente ante sus maneras. En “Border Line” comienzan los dejos de hip-hop en la batería, y la producción revela el fino gusto de Archy, quien mezcla el rasgueo cuasi jazzero de su guitarra con un buen beat, pads y melodías envolventes con aroma tropical. La tónica electrónica se expande aún más en “Foreign 2”, aquí los sintetizadores reemplazan a la guitarra. El ritmo es extraído de alguna complicación de house relajante y la voz hace que los sonidos dance se conviertan en una mirada retrospectiva. La textura evoca esas mañanas de domingo en donde yacemos en la cama pensado en la locura del sábado, sin ninguna intención de movernos, pero sí de recordar con regocijo.
En “Lizard State” la bruma musical del callejón londinense toma la forma de Alex Turner, sólo que Krule se encarga de llevar el sonido del mono ártico al lado oscuro, haciéndose de unos saxofones Parkerianos que reúnen lo mejor de Charlie y de Maceo. La influencia afroamericana queda aún más clara en “Neptune State”, en donde la batería fácilmente la pudo haber grabado algún monstruo del hip-hop, como ?uestlove, y ésta, acompañada del piano y la voz, se siente como si fuera un standard de jazz reinventado. Se crea un textura nostálgica con el uso de voces secuenciadas y unos saxofones que emiten sollozos melódicos color latón. Los matices absolutamente relajados de la canción retratan la poca prisa de un londinense en el cenit de su juventud. Por último, la elegancia musical llega al máximo en “Bathed In Grey”, una balada que es cantada y hablada al mismo tiempo –un rap entonado, pues. La batería secuenciada, armonizada con un piano melódico e infestado de jazz, recupera sonidos del enorme pianista Robert Glasper, quien debe ser una gran influencia, o simplemente una gran coincidencia sonora.
En conclusión, Archy Marshall se esta recibiendo en la adultez como un músico/ productor con las herramientas para seguir creciendo y creciendo. Sin duda, este material anticipa lo que puede llegar a ser una carrera rica en éxito y experimentación.
Por @ElRoyMT