[Reseña/ Entrevista] Cementerio de Mascotas- After Party

Me enamoré de una darks en un After Party, el EP de Cementerio de Mascotas. Por:  @KevinFripp

¿Cómo termina una fiesta? Puede que todos se vayan tranquilamente a su casa, que el vómito sea el fiel acompañante de algunos, que te vayas al depa de un desconocido (a hacer cosas no tan desconocidas), que llegue una patrulla y los corran a todos, que la mamá del host aparezca de repente y los saque a patadas. Hay suficientes opciones como para dedicarle un EP entero al after de las fiestas, como lo hizo Óscar Rodríguez —bien conocido por su otro proyecto menos emo y más sintético Matilda Manzana— en su nueva banda Cementerio de Mascotas y el recién lanzado After Party EP.

Las atmósferas sonoras de las rolas parecen venidas de los confines de la tumba de Ian Curtis, y nos recuerdan a momentos a ese pop oscuro desenfadado de los noventa como el de Slowdive y Low. El EP se compone de cinco pistas de muy baja calidad, que puedes descargar gratis en su bandcamp (ahí mismo se pueden aprender las letras pa’cuando anden en el mood post-emo-death-revival).

La primera opción de after que nos ofrece el buen Óscar es “Bandicoot”, que por el nombre y el final de la letra, suponemos hace alusión a ese clásico juego de PS1: Crash Bandicoot. Por su parte la música nos invita al after de ultratumba entre distorsiones y baterías muy shoegazeras. Regresando a esos afters de finales infelices, “No Bro” nos deja muy en claro que la soledad en conjunto con el reverb es la fórmula perfecta para que nuestro intérprete pierda el control y sufra una pesadumbre, “porque sus amigos nunca volvieron con el alcohol que prometieron”.

Usar el color negro como adjetivo está de moda, ahora hay ‘rock negro’ (como se definen Tormentas, proyecto alterno de Normand de Hummersqueal), hay ‘sentimientos negros’, ‘canciones negras’, ‘mercados negros’ y ‘fiestas negras’, como en “Hausu”, el tercer track luctuoso y fúnebre del EP. Quédate solo, apaga la luz, ponte mucha ropa encima, dale play a la canción y baila desenfrenadamente pidiendo que sea Halloween todos los días. Las tragedias juveniles continúan con la triste "After Party", aquí nuestro narrador nos cuenta que ya valió, de alguien se enamoró (de una retorcida manera, pero de que lo hizo, lo hizo), el alcohol, la melancolía, los tragos amargos se fundieron en un alma darks que un buen día decidió llegar al sombrío guateque. Llega el final, llega la “Brujita”, la que le vino a quitarle más luz a la oscuridad de nuestro protagonista. La música se acaba, el after continúa, ahora en silencio, bajo una luz lúgubre que se refleja en la pequeñísima ventana de tu habitación, la soledad te pone inquieto, chance y tienes miedo, mejor le vuelves a dar play.

El EP, a pesar de su eje emo-venas-cortadas, es muy bueno. Ahora esperamos su acto en vivo —que cuenta con la participación de amiguitos de Óscar: Sonny (de D.D.A.) en la lira; amiga de toda la muchachada del sur del DF, Arantxa Castro en el bajo y el tremendo Carlo Cuadro en la batería—, a ver si como sufren, cantan.

Entrevista emo-core

En una mini entrevista emo-core por inbox en Facebook, Arantxa (la bajista) me contó que el EP le suena a octubre, a octubre en Estados Unidos. Me describió que “todo el disco es muy Halloween, el típico Halloween gringo con disfraces nada sluttys”. Que le recuerda a “una noche viendo House Of 1000 Corpses y slasher films”. Y que la pone en un mood de buenas, no la bajonea. Sus rolas favoritas son “No Bro” y “Hausu”. Me confesó que ella es la newbie (nunca había tocado en una banda), pero que los demás ya vienen de otros proyectos y eso “está chido”. También platicamos que tendrán dos fechas próximas, una en Iztacalco, el 19 de julio, con los Hawaiian Gremlins,  O Tortuga y otros que no recuerda. Y que, a pesar de que tienen apenas un mes ensayando y que el EP  salió hace muy poco, ya tienen cinco fechas y casi todas con sus amigos los O Tortuga. El 22 también compartirán escenario con ellos y de a grapa en el Pata Negra. Casi al final de la charla me contó que tienen un ritual, en el que van al McDonalds a desayunar antes de ensayar: “Somos bien unidos, antes de los ensayos nos vamos a desayunar a Mcdonalds porque todos somos muy fans; amamos Mcdonalds, seremos un Cementerio de Gordos”.

 

Nueva era, nueva piel.

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