Érase una vez… O quizá dos

Érase una vez… O quizá dos

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Y tras los acordes de “Pepperland” así comienza el Submarino Amarillo, película animada -probablemente la más importante película animada en la historia del rock-, que utilizó a Los Beatles como héroes salvadores de los desprotegidos y que forma parte de una gama de productos que abarcaban cada aspecto del marketing musical que hoy hemos sobreexplotado hasta el colmo.

Para 1969 las salas de cine del mundo occidental lucían en sus marquesinas la primera película de caricaturas del rock, de la banda que en 1968 ya era considerada como la mejor del mundo, como una leyenda viviente.

El plot es simple: hay una tierra fantástica donde sus habitantes son seres dedicados a la armonía de la música, a la belleza de su melodía y a los ritmos felices que evocan lo mejor de cada persona. Esta tierra se llama Pepperland, la Tierra de la Pimienta, donde el Sargento Pimienta y su banda del club de los corazones solitarios son una leyenda que trajo la música al pueblo.

En contraparte hay unos malosos que no soportan la felicidad de los pepperlandianos y deciden atacar su tierra para detener la música, su felicidad, ellos son los Blue Meanies, los azules malvados. Al atacar y dejar gris a Pepperland, el joven Fred va en busca de ayuda en una mítica nave que bien podría ser el Halcón Milenario del rock, un vejestorio que resulta ser el Submarino Amarillo. Finalmente, éste llega a Londres, encuentra a Los Beatles, ellos deciden ir a ayudar y liberan a Pepperland de la ocupación.

El guión, la perfecta selección musical y el increíble parecido de las voces de cada Beatle en el doblaje de sus actores, motivó al Cuarteto de Liverpool para apoyar el proyecto y hasta hacer un cameo al final de la historia donde los llaman a cantar.

“El cine era importante en la carrera de Los Beatles. A finales de los sesenta Harrison y Lennon se influenciaron por el trabajo de Alejandro Jodorowsky, trabajo hecho en México. El Topo es propiedad de Apple y Lennon buscó la manera de exhibirla, así que en cines porno, a la media noche, se halló el espacio para hacerlo. De ahí nació el género de las midnight movies”, comenta Rogelio Matamoros.

¡Todos juntos ahora!

La producción corrió a cargo de Al Brodax, productor de las caricaturas de Gasparin el fantasma amistoso, y quién después de ver a The Beatles en el Show de Ed Sullivan, decidió ofrecer a Brian Epstein, representante de la banda, el primer show animado para un rocker.

Los Beatles fueron los primeros en ser caricaturas, antes que Kiss y los Jackson 5, cuando ni siquiera Elvis Presley fue considerado como posible influencia para la niñez estadounidense, el cuarteto de Liverpool lo fue.

Con 39 episodios The Beatles Cartoons, mostró entre 1965 y 1966 a la banda enfrentarse a fantasmas, defraudadores y peligros. Ellos desenmascararon a los malos con sus rolas antes de la llegada de Scooby Doo, misterio a la orden.

El proyecto de Yellow Submarine llevó varios años de planeación, fue acordado por Epstein antes de morir y terminado en 1968 por George Dunning, reconocido por su influencia estética cercana a la vanguardia de artistas pop como Richard Hamilton y Peter Blake, los Warhol del Reino Unido, que en la época de la psicodelia también ilustraban libros para niños. La estética del Submarino Amarillo influyó en obras como Planeta Salvaje, película francesa de culto de inicios de los años setenta.

El soundtrack fue escogido por los mismos Beatles, el score fue compuesto por George Martin y el álbum salió al mercado en enero del ‘69 colándose al número 2 de las listas de popularidad, abajo del mismísimo Álbum Blanco, también del Cuarteto de Liverpool.

“Cuando te miro a los ojos tú amor está ahí para mí. Y cuanto más entro hay más para ver. Todo el mundo es un pastel de cumpleaños, así que toma un pedazo pero no uno muy grande”

“It’s All Too Much” - The Beatles

Todo lo que necesitas es amor

Reeditada y remasterizada en 1999, al final del siglo XX se revaloró su calidad e influencia. En los años ochenta con la caída del comunismo el mundo oriental pudo verla en BetaMax y su influencia fue mayor aún.

El mensaje del Submarino Amarillo a cincuenta años es muy claro: el enfrentamiento por diferencias es un cáncer que limita a los humanos a un estado bajo de conciencia. Podemos ser amigos. Podemos vivir juntos. Todo es demasiado.

En 1969 cuando en secreto Los Beatles se estaban extinguiendo como banda, cuando Plaza Sésamo llegaba a PBS, cuando Michael Jackson sorprendía al mundo por su voz y su baile junto a sus “carnalitos” y el hombre pisaba la Luna, la niñez de ese momento y cualquier momento posterior, ha tenido la fortuna de contar con cuatro héroes que regresaron el sonido, su belleza y colores cuando más gris estaba el horizonte.

En 2019 es probable que tengamos que buscar nuestro propio submarino amarillo para pedir ayuda a unos héroes similares.




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