Puentes en lugar de muros: 16 Festival de Cine Judío en México
En tiempos en los que los líderes de los países más poderosos del mundo pelean por fondos para levantar muros o deciden abandonar alianzas continentales reparando más en las diferencias que en la coincidencias, el arte sigue dando lecciones y construyendo puentes.
Mientras los modelos políticos colapsan, las sociedades se polarizan cada vez más y las teorías económicas se derrumban, el cine sigue siendo un espacio posible para establecer diálogo.
Un claro ejemplo es que desde hace más de tres lustros de su primera edición, y con la migración como su concepto y tema central, el Festival de Cine Judío en México arranca su décimo sexta edición con una selección de cintas de todo el mundo que proponen un mensaje de inclusión y tolerancia.
Usando como imagen la obra plástica y el cine-minuto creados por la artista mexicana Frida Harari que nos refieren a la belleza, fortaleza y capacidad de adaptación de la mariposa monarca —que no conoce de fronteras ni límites—, el FICJM presenta este año películas con historias que nos remontan a países tan distintos como Etiopía, Israel, EU o Sudáfrica y que cuentan la vida de ciudadanos y migrantes de muy diferentes orígenes.
De este modo podemos conocer a Pinsky, una chica de origen ruso en Boston que se enfrenta al abandono de su novia y la muerte de su abuelo; a Bram Fischer, un abogado afrikáner que durante el apartheid decide defender a Nelson Mandela, o a Mina, una adolescente etíope que esconde a su novio del ejército durante la guerra civil en su país. A ellos se suman un guionista palestino de telenovelas, un dueño de imprenta que busca fundar un partido político, una joven que enfrenta su despertar sexual, religioso y político y un grupo de niños que sueñan con un mundo más feliz y mas justo. Todos una muestra de que mientras más locales son las historias mas universales resultan sus temas. Todos ejemplos claros de que los personajes auténticos y entrañables despiertan siempre nuestro interés y empatía.
Siete retratos reconocidos en festivales tan prestigiosos como Venecia, Toronto, Jerusalem, Utrecht o Haifa. Siete ventanas que permiten asomarse a una cultura que está presente hoy en distintas latitudes y de muy diversas maneras.
El cine siempre nos recuerda que todos somos migrantes. Venimos de otro lugar y sólo buscamos echar raíces.
De eso se trata el Festival de Cine Judío en México que arranca el 18 de febrero en Cineteca Nacional, 17 complejos de Cinépolis y centros comunitarios y culturales del país, desde la CDMX hasta Tijuana pasando por Morelia, Cancún, Guadalajara, Querétaro o Mérida. Sirva este texto como introducción a una serie de reseñas que hará el equipo de El cine y... sobre las 7 cintas.
¡Buen festival a todos!