Penumbras y nostalgia con The Dears: GIFF17

Moverse de noche entre las callejuelas de Guanajuato capital es un deleite. Callejoneadas por aquí, turistas y curiosos por allá, enamorados que buscan un rincón lejos del mundanal ruido, aroma a pan recién horneado y comida, el sonido de dos vasos encontrándose precedido por el inconfundible: ¡Salud! Cultura y espectáculos (difícil definir ambos conceptos) se regodean con soltura por todos lados. En las inmediaciones de la Alhóndiga de Granaditas cientos de personas contemplaban Rumble: The Indians Who Rocked The World (Catherine Bainbridge, Canadá, 2016), documental que de manera amena y certera nos revela acorde tras acorde la gran influencia de los nativos norteamericanos en la evolución del rocanrol. Algunos rostros impacientes aguardaban estoicamente el frío para poder apreciar a una de las bandas más icónicas del movimiento independiente canadiense, nada más y nada menos que: The Dears, siluetas oscuras que venían de ofrecer un intenso recital en la CDMX.

La espera fue larga, retrasos en la programación hicieron que muchos de los asistentes tiraran la toalla y se retiraran del inmueble, sólo los fanáticos más guerreros soportaron todos los contratiempos para ver de cerca los músicos oriundos de la hoja de maple.

El tiempo se estiraba inmisericordemente, los minutos pasaban lentos y el frío calaba fuerte, en medio de un solitario puesto de esquites dos figuras altas y espigadas contrastaban con sus interlocutores de talla media casi pequeña, el anonimato los arropaba: Natalia YanchakMurray Lightburn estiraban las piernas en las inmediaciones de la Alhóndiga, como cualquier matrimonio común y corriente que sale a pasear en medio del fresco de la noche. Dos sombras melancólicas en medio del vapor que emana de un cazo, la surrealista escena realzo la humanidad de ambos personajes.

Mas vale tarde que nunca, reza la vox populi, al filo de la media noche dominaban las penumbras, todo se apagó para recibir a una banda de potenciales fracasados que resistió y salió adelante. The Dears derrochó fuerza, pasión y cierta tristeza sobre el escenario. Sobriedad y elegancia fueron el leitmotiv de una noche donde reinó la melancolía y los recuerdos.

Con un setlist que giró en torno a su nueva producción discográfica Times Infinity vol.2, sin dejar atrás las emblemáticas composiciones que forjaron sus  veinte años de carrera, siendo la CDMX y Guanajuato los lugares donde se estrenó el directo de muchas canciones de su nuevo material.

No hemos tocado nada del Volume Two en vivo, jamás, para nadie, así que México será el primero en escuchar estas canciones en vivo. Murray Lightburn

El público, lamentablemente, fue poco pero entregado, la gang of losers se congregó para gritar y ovacionar a una banda que de manera pulcra supo entregarse en cada corte. Sin mucha interacción por parte de Murray y una frialdad glacial de Natalia, la noche transcurrió entre temas nuevos y los clásicos que convirtieron el recinto en un pandemónium.

La parte más emotiva del recital se dio cuando tras el encore, Lightburn comenzó los acordes de "22 The Death Of All The Romance". Apoteósico y catártico, así cerró una noche donde la tristeza de la música regaló alegría a los pocos afortunados que aguardaron a que la oscuridad de los canadienses se posara sobre nuestras atribuladas cabezas y emociones.

https://www.youtube.com/watch?v=Ty41BuLsc1A

 

 

 

[ENTREVISTA] Brigitte Broch: "Hacer cine en México es duro y placentero a la vez"

Cine GIFF17: Canadá 150 años