Por: Natali Morquecho (@NathAlie_RT) Cristo Vargas nos dopa con una píldora espectral en cada lanzamiento, nos encierra en un espacio oscuro que cambia constantemente de dimensiones y todo lo hace a través de su producción sonora. Es una esencia que logra mantener desde sus inicios con temas representativos como fue el caso de “Pumps”, “Dispositif”, más adelante “Cobra”, y otros tracks lanzados desde hace un año sin pertenecer precisamente a las construcciones de EPs, donde demuestra que no le teme a la experimentación con diversos géneros desde un aspecto repetitivo y technoso, o bailable con ritmos trabados y punzantes que provoca el tribal.
Lo cierto es que su segundo lanzamiento Distancia es una secuencia perfectamente curada de tracks que probablemente no son del todo nuevos, con anterioridad los escuchamos en sus propios mixtapes o en colaboraciones con la plataforma de ritmos periféricos N.A.A.F.I. Son cinco temas que te llevan a explorar diversas instancias dentro de un mismo universo mediante líneas pesadas de bajo que trae consigo el grime y el bounce futurista del jersey club. "Voy" es todo un ritual para inducir al baile dentro un lugar apocalíptico, mientras que “Distancia” es el tema adecuado para definir el misticismo que encierra el underground, y más adelante para concluir esta creación oscura y acidosa un remix en colaboración con Lauro Robles mejor conocido como Lao.
Queda por último evidenciar el discurso omnipresente de Distancia, más que la suma de todo el contenido musical, desde el nombre y en relación con el arte del disco, se percibe que detrás de IMAABS se encuentra un filósofo del fenómeno de la era digital, y un analítico del espacio relativo en el que uno se conecta o se encuentra inconexo dentro de la red.