Jugar con el pasado es delicado: un pequeño descuido y uno se encontrará repitiéndolo en vez de sólo recordándolo. Esto no es dañino del todo, a menos que se trate de un artista, ya que este corre el riesgo de que su obra sea menospreciada por tratarse de una simple copia de lo que otros han hecho. Cuando se voltea al pasado debe ser en busca de inspiración para crear algo más grande, como dijo Sir Isaac Newton: “Si puedo ver tan lejos, es porque estoy parado sobre hombros de gigantes”.
Esta situación, junto con la frase de Newton, describen a Nick Waterhouse: El compositor oriundo de Los Angeles, con tan sólo 30 años, parece más un viajero del tiempo que un mal imitador. Su rhythm & blues es tan auténtico que bien podría pertenecer más un artista de los años cincuenta que a alguien nacido en los ochenta. Y tras dos sólidos trabajos, Time's All Gone (2012) y Holly (2014), se termina por consolidar con su nueva producción Never Twice, todos bajo el sello IL Records.
Tras el éxito que representó Holly, cuyo sencillo "This Is A Game" inclusive formó parte del videojuego MLB 14: The Show, Nick regresó a sus raíces. De vuelta en su natal San Francisco, se puso en contacto con Michael McHugh, quien descubriera a un joven Nick de tan sólo 16 años, y que ha producido a los Black Lips, Ty Segall y los Allah-Las. Cuando Michael aceptó colaborar de nuevo con su viejo amigo, Nick convocó a sus intérpretes favoritos: el músico de jazz Bob Kenmotsu, Ralph Carney en el saxofón (Colaborador de Tom Waits y Elvis Costello) y Will Blades en el órgano, junto con un grupo de músicos de primera calidad en el corno, bajo y guitarra.
Desde que el primer sencillo del disco "It's Time" salió en julio de 2016, la combinación del órgano y el saxofón con la voz de Waterhouse auguraban un sólido regreso por parte del norteamericano. Fue con el lanzamiento de "Katchi" que se confirmó esto. Para este tema con tintes de viejo doo wop contó con su amigo Leon Bridges, cantante de soul nominado al Grammy, en un homenaje a la madre de este último, quien usaba la palabra "KATCHI" para denotar el toque amoroso de una madre.
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Más allá de los sencillos, temas como "Baby, I'm In The Mood For You" y “Lucky Once" cuentan con todos los elementos para ser aclamados. El primero es un tema que el Premio Nobel de Literatura 2016, Bob Dylan, escribiese durante las sesiones del álbum The Freewheelin' Bob Dylan (1963, Columbia Records), y que fuera popularizado por la cantante Odetta en 1965; es un tributo que Waterhouse rinde a este par de leyendas del folk norteamericano. En el segundo tema es el piano el que toma posesión, acompañándose únicamente de la cadencia de la batería, que inevitablemente remite al denominado trío de jazz, compuesto por un piano, un contrabajo y la batería.
Desde la monocromática portada del álbum en la que vemos a Nick, con su característico look à la Buddy Holly, sosteniendo su guitarra frente a tres libreros plagados de acetatos, el mensaje es claro: Never Twice (traducido como “Nunca dos veces”) apela a la originalidad, a no sólo coverear y refritear lo que otros han hecho, por eso la posición de Waterhouse respecto a los vinilos. Si bien posee un sonido de la época de Ray Charles o Booker T. Jones, eso no quiere decir que Never Twice sea una simple copia de lo que ellos crearon. Nick Waterhouse los ve como influencias y busca con su tercer álbum demostrar que el Rhythm & Blues no es un género anticuado, sino que está tan vivo como hace 60 años.
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