Por Diego Alejandro Marín Olvera
El papel que juegan los teléfonos inteligentes en la actualidad es fundamental, no solamente han cambiado la manera de comunicarnos, sino que también han ayudado a proponer un nuevo estilo de vida donde las relaciones físicas pueden llegar a ocupar un segundo plano. Este nuevo estilo de vida ha deformado el concepto de relaciones sociales mayoritariamente de mala manera.
Escoger un teléfono inteligente a estas alturas resulta un problema principal dentro de la vida consumista y material que la mayoría de las personas llevamos. Los factores que influyen en la elección de cierta marca o sistema operativo son diversos, sin embargo el marketing juega un papel primario a la hora del Gran Momento. Podría escribir decenas de párrafos acerca del modelo de marketing que actualmente marcas como Samsung o Apple utilizan, sin embargo el tema de este ensayo no va para allá.
Otro factor importante al momento de realizar una elección es la popularidad, la cual es un resultado del marketing pero impacta de manera unitaria. Un claro ejemplo de popularidad es el iPhone de Apple el cual maneja el concepto de exclusividad en sus productos sin olvidar la sencillez del manejo de estos. La manera en la que Apple introduce el iPhone al mundo es sin duda un momento histórico ya que la empresa de Cupertino (CA), los medios y los expertos consagraron a este celular como El Celular y marcó la pauta que siguieron la mayoría de los demás fabricantes. Sin duda el iPhone marcó el inicio de una nueva generación de dispositivos móviles pero como lo marca la tendencia dentro del marketing: un inicio grandioso es la pauta de un final desastroso.
Aunque es muy cierto que los dispositivos de Apple demuestran la calidad con la que cuentan con acabados de lujo y diseños atractivos, es imposible continuar considerando al iPhone como el mejor dispositivo móvil del universo, esto aunado a la idea de que lo único capaz de superarlo es la nueva versión del dispositivo. Esta idea es muy frecuente en la mayoría de las personas y regresando a lo antes escrito, el marketing les ha puesto a los usuarios del iPhone el cetro y la corona y por si esto fuera poco, la dinastía parece ser infinita.
Los factores fundamentales que influenciaban a las personas tristemente no se basaban en la funcionalidad o en las necesidades propias, la tendencia a buscar los mejores productos basándose en su alto precio, la popularidad y el marketing viral parece estar cambiando, esto beneficia tanto al usuario como a las compañías. Mientras más competencia, más variedad y mejor calidad de productos.
Con la llegada del iPhone, dos de las marcas dominantes en el mercado, Nokia y Motorola, estuvieron al borde de la bancarrota. Para Nokia su gran acierto fue seguir cubriendo con feature phones a los sectores sociales de bajo/medio poder adquisitivo, mientras que Motorola logró entrar al mercado de los smartphones gracias a su inclusión en la Open Handset Alliance liderada por Google, quien por cierto, contemporáneo a la salida del iPhone y iOS, sistema operativo del iPhone, dejó ver fragmentos de Android, el sistema operativo monstruo que actualmente domina el mercado mundial.
Hace poco más de un año se hizo pública la primera y verdadera intención de Android, la cual era crear un software para cámaras digitales. Google compra la empresa Android Inc. en 2005, forma la Open Handset Alliance y después de un par de años Android se coloca como uno de los principales sistemas operativos. Android logró su nivel de popularidad principalmente por su código abierto y la libertad de personalización y funcionalidad que esto conlleva, esto sin dejar de lado las principales virtudes de su, hasta ahora, acérrimo rival iOS.
Justo en el momento de reinado de Android y iOS, la gran empresa de Redmond liderada por el multimillonario Bill Gates decide entrar al juego y lanza Windows Phone en el año 2010. Para estas fechas la caída de Blackberry resultaba algo inevitable y parecía que la oligarquía que Android y iOS regían estaba por ser modificada por la llegada de Windows. Tristemente esto nunca sucedió e inclusive hasta la fecha el éxito que Microsoft esperaba obtener con su sistema operativo móvil no ha llegado a ser lo que se esperaba.
Justamente en el segundo cuarto de 2010 Android le quita el trono a Apple como sistema operativo más utilizado a nivel mundial, a partir de ahí el éxito de Android empezó a crecer como la espuma. De acuerdo con muchos especialistas, el crecimiento de Android se da gracias a sus equipos low-cost que se enfocaban en personas con menor poder adquisitivo, estas personas buscaban tener algo parecido a un iPhone debido a que su bolsillo no estaba tan lleno para comprarlo, su única opción fue comprar un Android y disfrutar de las similitudes. Esta tesis fue deformándose hasta llegar a un punto en el que algunos usuarios ya no veían a Android como un consolador sino como un rival para el iPhone.
El Samsung Galaxy S2, lanzado en abril de 2011, marcó la pauta que seguirían después las demás empresas con sus respectivos equipos para hacer cara al iPhone 4. Las comparaciones del iPhone 4 con los demás equipos fueron infinitas y entonces muchos notamos que la realidad estaba cambiando. El iPhone ya no era el equipo modelo, ya no el mejor de todos, ahora era uno más dentro de la gama alta.
En febrero de 2011 se anunció la alianza de Nokia y Microsoft y el primer resultado vio luz en octubre del mismo año. Esta alianza ha logrado dar grandes frutos y aunque Windows Phone no ha terminado de despegar, resulta un ejercicio más sencillo observar a personas en la calle con un equipo de Windows. Parecido al modelo que Google introdujo con Android, Nokia ayudó a Microsoft a meter equipos en todos los sectores sociales, teniendo desde smartphones de 200 dólares hasta equipos de 700.
Para principios de 2012 la variedad de dispositivos de gama alta era bastante variada, HTC, Sony, LG, Nokia, Motorola, Samsung y Apple, viejos conocidos, nos presentaron propuestas bastante interesantes, cada una buscando un sector específico, lo interesante de esta primera parte de 2012 fue la inclusión al mercado de fabricantes menos conocidos como Huawei, ZTE, Oppo, Pantech y Panasonic. Para estas fechas y hasta la actualidad, la hegemonía de Android estaba en su apogeo y gran parte de este movimiento era gracias a Samsung y su familia Galaxy.
En el segundo cuarto de 2013 nos topamos con un hecho histórico, los smartphones rebasaron en ventas a los feature phones por primera vez. La importancia de este hecho no radica sólo en el peso social de las tendencias tecnológicas, a nivel empresarial esto implica una ampliación del mercado y por tanto las estrategias que se han utilizado deben de adaptarse a este cambio, los fabricantes han sabido responder a la demanda de los usuarios y en ocasiones incluso los han sorprendido.
Esta es una invitación a ver más allá del terreno comercial y empezar a mirar dentro de cada uno, debemos conocernos antes de intentar siquiera satisfacer nuestras necesidades. Debemos reconocer el papel del Smartphone en la actualidad, no es sólo un costo, es una inversión, no es un objeto, es una extensión de cada uno de nosotros. Por lo tanto hay que detenerse a pensar y analizar las posibilidades sin caer en trampas publicitarias, dejar de pensar en las tendencias y dejar de pensar en un smartphone simplemente como un phone.