Nacimiento y levantamiento del EZLN: La esperanza es zapatista
En un día como hoy, hace 37 años, rodeados por el denso follaje de la Selva Lacandona un grupo de indígenas y mestizos se reunieron en la cumbre de una montaña. En el campamento instalado ondeó una bandera negra con una estrella roja de cinco puntas al centro en resistencia y por la esperanza. Así, un 17 de noviembre de 1983, nació el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Para celebrar la importancia del movimiento y que se mantenga vigente, el Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Crítica (COTRIC), en conjunto con la sociedad civil, organizó una serie de conversatorios, transmitidos en vivo a través de Facebook el 16 y el 17 de noviembre.
El serial titulado La esperanza es zapatista dio inicio con palabras del doctor Alejandro Araujo Pardo citando el prólogo al libro EZLN: 20 y 10, el fuego y la palabra del subcomandante Marcos que data del 26 de octubre del 2003, en el cual reflexionaba sobre la relación temporal del nacimiento y subsecuente levantamiento del EZLN:
“Hace 10 años, Ia madrugada del primero de enero de 1994, nos alzamos en armas por democracia, libertad y justicia para todos los mexicanos. En una acción simultánea, tomamos 7 cabeceras municipales del suroriental estado mexicano de Chiapas y le declaramos La guerra al gobierno federal, a su ejército y policías. Desde entonces el mundo nos conoce por "Ejército Zapatista de Liberación Nacional".
Pero nosotros ya nos llamábamos así desde antes. El 17 de noviembre del año 1983, hace 20 años, se fundo el EZLN, y como EZLN empezamos a caminar las montañas del sureste mexicano, cargando una pequeña bandera de fondo negro con una estrella roja de cinco puntas y las letras "EZLN", también en rojo, al pie de Ia estrella. Aún cargo esa bandera. Está llena de remiendos y maltratada, pero todavía ondea airosa en Ia Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. También nosotros llevamos remiendos en el alma, heridas que suponemos cicatrizadas, pero que se abren: cuando menos lo esperamos”.
Las Fuerzas de Liberación Nacional fundadas (FLN) en 1969 fue la organización matriz del EZLN, aunque en los recuentos históricos normalmente se ignora este hecho. En su artículo Análisis de la fundación del EZLN en Chiapas Adela Cedillo explica que esto se debe en gran parte a que el EZLN rompió lazos con las FLN y a que las FLN, al no haber sido reprimidas y desarticuladas por la autoridad, representaron una acción fallida del sistema de seguridad nacional del gobierno mexicano.
Por otro lado, Cedillo explica que la fundación de las FLN se dio en parte gracias a un clima internacional ideológico en que los movimientos revolucionarios en Asia, África y América habían triunfado, lo que representó la posibilidad de éxito para un proyecto político de izquierda. Posteriormente, las FLN hicieron reclutamientos en en Los Altos y La Selva Lacandona, al Norte de Chiapas, donde emerge el EZLN.
Es 1992. Hasta este punto en la historia de México se habían llevado a cabo múltiples luchas campesinas, las cuales motivaron el proceso de elaboración de una reforma agraria. Sin embargo, en cuestión de días se reformó el artículo 27 de la Constitución Mexicana anulando “el derecho de los mexicanos sin tierra, a solicitarla”. También, se modificó el artículo 3 para limitar la gratuidad de la educación únicamente al nivel de educación básica. Por último, en ese año, el gobierno mexicano bajo la gobernanza de Carlos Salinas de Gortari, afianzó la adopción de un modelo económico neoliberal advirtiendo la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Dicho tratado entró en vigor el primero de enero de 1994 y significó el incremento de las asimetrías agrícolas entre el campesinado mexicano al ponerlas a competir con las industrias de agricultura más desarrolladas como la Norteamericana.
Este fue el contexto político en el cual emergió el EZLN.
En su artículo A 20 años de la rebelión zapatista Violeta Núñez, Adriana Gómez y Luciano Concheiro analizan los impactos que tuvo el EZLN en la situación territorial y agrícola en México. Primero, de no haber sido por el levantamiento armado, la privatización y compraventa de tierras que despojó a muchos campesinos de sus tierras “habría sido mayor”.
En segundo lugar, señalan, el EZLN de la mano del Congreso Nacional Indígena (CNI) ayudó a reposicionar el movimiento indígena. Y por último, los esfuerzos del zapatismo ayudaron a rescatar la cosmovisión indígena, la cual promueve una defensa de la Madre Tierra, sus ecosistemas, sus lugares sagrados y su conocimiento ancestral.
Tras el levantamiento, el EZLN firmó con el gobierno federal -por la vía legislativa- los Acuerdos de San Andrés Larraínzar, el 16 de febrero de 1996. En ellos se pretendía reconocer el derecho y la defensa política de la autonomía indígena. Además, incluían la elaboración de un marco jurídico que diera validez a una nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado.
Respecto a los territorios, buscaban restablecer el acceso de las comunidades indígenas a los recursos naturales de sus tierras. No obstante, los senadores y diputados al revisar la propuesta de reforma zapatista decidieron eliminar una gran parte de ella, pero, sobre todo los apartados relativos a las tierras. De ahí que el EZLN considerara la aprobación de lo poco que quedó de su propuesta una traición y optará, más bien, por deslindarse por completo del gobierno y comenzar a desarrollar su autogobernanza.
Tras adoptar una postura antielectoral, a partir de los Acuerdos de San Andrés y su ruptura en las negociaciones con el Estado mexicano, y abocarse a la autogestión a través de la construcción de sus propias escuelas y posteriormente su sistema educativo; clínicas y su estructura sanitaria y otros proyectos de sustentabilidad, el EZLN volvió a la política mexicana.
Dicha incursión en el 2017 se dio con el apoyo que el zapatismo dio a la candidatura presidencial independiente de la vocera del CNI, María de Jesús Patricio ‘Marichuy’. Aunque no logró reunir las firmas que requería el Instituto Nacional Electoral (INE) para la validación de su registro electoral, este hecho causó resquemor en algunos seguidores del EZLN e hizo que se distanciaran del movimiento.
Con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente y como parte de su política de ampliación de la infraestructura nacional se están desarrollando megaproyectos, como el Tren Maya, que ponen en riesgo -una vez más-, el derecho a la autonomía y a las tierras de las comunidades indígenas, ha señalado el propio EZLN.
Los impactos ambientales de los megaproyectos morenistas como el Tren Maya (TM) o el Corredor Transístmico han sido evaluados y la asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) explicó que el primero pondrá en riesgo a la fauna silvestre de los ecosistemas.
En tanto, el CONACYT en su reporte “Territorios Mayas en el paso del tren: situación actual y riesgos previsibles” advierte que una de las consecuencias de este proyecto será el “abandono relativo o absoluto de la tierra y del autoabastecimiento, con el consecuente deterioro en la calidad de la alimentación y de la vida”.
De acuerdo con la evaluación al Tren Maya de la organización GeoComunes, el proyecto planea expropiar aproximadamente 2,620 hectáreas. En palabras del subcomandante Galeano, otrora Marcos “esos megaproyectos van a sembrar la muerte por donde caminen”.
Los conversatorios organizados por el COTRIC y otras organizaciones abordaron temáticas relevantes. El titulado Un mundo donde una niña nazca y crezca sin miedo, moderado por Carolina Díaz, reunió las voces de la doctora Sylvia Marcos, Marichuy Patricio, Araceli Osorio, Mariana Mora y Márgara Millán quienes discutieron sobre feminismo, decolonialismo y el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, realizado del 26 al 29 diciembre de 2019 y en el que participaron tres mil 259 mujeres de 49 nacionalidades.
Estas discusiones están disponibles en la página de Facebook del COTRIC a solo un clc para quienes no pudieron asistir al evento en tiempo real.