Por Ricardo Marín África siempre ha tenido una escena ecléctica de hip hop. Es sumamente interesante observar los diversos géneros y artistas que puede surgir de una industria tan poco desarrollada y que más bien trata de emular a sus inspiraciones. Sin embargo, la emulación toma desde lo bueno hasta lo fatal, y el pasado 28 de mayo África sufrió la pérdida de una ícono en su campo: Albert Mangwea, mejor conocido como Ngwair.
Junto con la escena de Senegal, Algeria, Kenya y otros países africanos, Tanzania es una nación cuya industria de hip hop es de las más interesantes, sui generis y famosas del continente. Si bien la mayoría del rap originario de África está altamente influenciado por los orígenes estadounidenses, la escena de éste país se particulariza por ser una que ha canalizado sus esfuerzos en un género específico: Bongo Flava.
Ngwair fue uno de los raperos más importantes de este género y su impacto en la región fue exorbitante. Si bien, su relevancia mundial quizá no sea inmensa, es importante señalar cómo Ngwair junto con sus coetáneos Juma Nature, Lady Jaydee u otros pioneros como Mr. II lograron tomar un sonido no sólo de otro país, sino de otro continente, y lo mezclaron con su propia cultura.
Bongo Flava para los artistas no sólo incluye temas propios y hasta cliché del hip hop americano (conflictos sociales, pandillas, protesta, diversión, etc.), sino que también comprende nociones de identidad y factores con los cuales se relacionan aun más las personas de esos lugares, tales como el SIDA y VIH, creencias religiosas, etc.
Ngwair ayudó a crear una escena específica que se dedicaba a la expresión espiritual y superficial en varios niveles. Es curioso que una figura avocada a promover una imagen de cuidado, haya muerto de intoxicación alcohólica, pero así es el caso con estos artistas. Sin embargo, es importante señalar lo importante que Ngwair fue para su cultura e identidad aun con su juventud. La prueba son las fotografías tomadas cuando su cadáver llegó a Tanzania (el MC murió en Sudáfrica), donde un número grandísimo de personas lo recibió con lamentos y sumo respeto.
Si bien el deseo ahora es que la escena se expanda, Ngwair se recuerda con respeto por las inmensas aportaciones a una corriente que se dedica a luchar contra el status quo y reinventa convenciones familiares para que tengan más sentido en su contexto.
Albert Mangwea, D.E.P.