A muchos, el metal los ha acompañado a lo largo de tantos años que ya ni siquiera recuerdan cuándo o cómo fue que nació su amor por este género. En la actualidad, su presencia en la escena musical es tan poderosa que se siente como si las guitarras eléctricas, los growls y la cabellera larga fueran una mezcla existente desde siempre.
El metal tuvo un origen, difícil de definir y del cual se desprenden muchas opiniones, que se diferencia poco del de cualquier otro género musical, desarrollándose a través de modificaciones graduales que lo llevaron a convertirse en lo que es: una combinación de energía, sentimientos y poder.
Conformado por una cantidad casi indefinible de subgéneros que en muchos casos no se parecen demasiado entre sí y que forman un árbol genealógico complicado y un tanto confuso, el metal viene directamente de uno en particular, que fue su madre y a la vez es también una de sus vertientes más famosas: el heavy metal.
El heavy metal vio sus orígenes como una evolución de del rock and roll sesentero, al que se le agregaron, además de guitarras y baterías más rápidas y con un sonido distorsionado, voces agudas, un estilo rebelde y melodías poco armoniosas. Su creadores (usualmente reconocidos como los padres del metal), sin darse cuenta de que estaban evolucionando el rock hasta convertirlo en otro género, fueron los ingleses de Black Sabbath.
Después de ellos muchas otras bandas comenzaron a llevar su sonido a un nivel más agresivo, siendo otros padres del heavy metal Deep Purple, Led Zepellin y Judas Priest. Fueron estos últimos quienes agregaron algo más que convertiría este experimento musical en un género consagrado: un estilo propio. La banda liderada por Rob Halfold impuso moda y creó por primera vez el look metalero que aun en la actualidad es característico, cambiando la vestimenta hippie por ropa negra, cuero y accesorios metálicos, inspirado en tendencias sadomasoquistas.
Con un estilo propio que le permitió ganar adeptos, el género recién nacido creció durante los años siguientes hasta llegar a una madurez que le permitió expandirse y desarrollar nuevas variaciones que habrían de convertirse en corrientes que actualmente conocemos como thrash metal, power metal y metal sinfónico, solo por dar algunos ejemplos de los integrantes de la gran familia metalera.
En próximos artículos hablaremos de cada uno de los hijos del metal.
¡Mientras tanto, a matear!