Maroma apuesta por lo independiente
De realizar exposiciones de un solo artista, montadas en espacios abandonados o deshabitados, este año Maroma logró establecer su primera participación como una feria de arte, en el marco de la Art Week de la Ciudad de México, teniendo como sede el nuevo Foro Frontera, ubicado en la emblemática colonia Roma.
El arte independiente existe y ha existido siempre, es por ello que Maroma mostró diversas disciplinas artísticas como pintura, fotografía, escultura y cerámica, buscando romper con la idea tradicional de las ferias de arte convencionales.
A diferencia de Zona MACO o la Feria de Arte Material, las piezas estuvieron dispuestas en el espacio, en un tipo de montaje curado y que, nos da luces sobre cómo el artista piensa que su obra debe ser expuesta. Esta es la apuesta de los organizadores de la feria, Samantha Calderón y Alejandro Pérez.
Al visitar el espacio, uno no percibe a las galerías de arte como intermediarias principales de la obra, ni se autodispone de ciertas expectativas sobre las obras por la galería que lo represente; en realidad uno deambula por las obras y es la obra, la que nos convence o simplemente nos dispara al desinterés.
Las propuestas artísticas no fueron diferentes a las que se puede encontrar en otra feria de arte, vimos artistas que juegan con las materialidades para crear paisajes, propuestas plásticas que desde el óleo crean escenas abstractas dejando ver la materialidad, algunas instalaciones con materiales como la piedra y propuestas que combinan la arquitectura y el diseño.
Los artistas, al ser emergentes, están encontrando su ritmo y estilo de producción; lo que convierte a Maroma en una excelente opción para visualizar artistas en sus fases tempranas de producción e incluso, pensarlos como piezas de inversión a futuro.
En esta feria fueron 23 artistas que expusieron sus obras, entre los que destacaron: Alberto Odériz, Carlos Vielma, Eliana Portilla, David Troice, Fernanda Caballero, Jimena Montemayor, entre otros.
Algunos de ellos, presentaron performance, como Carlos Vielma quien realizó el performance de apertura, sin embargo, hemos de admitir que la atención de los asistentes poco se centró en el suceso performático y más bien, estaba enfocados a la socialización con el resto de los asistentes.
Sin embargo, el artista luchó por crear una pieza que recordaba la fragilidad del ser humano y su futuro como ceniza, mediante una tela que tenía el mensaje: “Ashes to Ashes”, “Cenizas a las cenizas”.
El público asistente a Maroma era distinto al de Zona MACO, que se representaba por familias y personas interesadas en ver lo que poseen las mayores galerías del país, mientras que, en Maroma se percibía un público más juvenil e interesado en socializar a partir de las piezas y sus creadores, los cuales estaban presentes por momentos en la feria y ser permitían interactuar con el público.
Crear este tipo de espacios es ineludiblemente necesario para que nuevos artistas puedan acercar sus obras al público, quienes finalmente son los mejores jueces de su trabajo.
El arte independiente es quizás la forma mas pura de conocer y reconocer los intereses, tendencias y nuevas técnicas reinantes en la escena local o regional.
Así, Maroma puede ser la opción si eres alguien interesado en conocer el funcionamiento de las piezas desde la mirada del artista y si posees el deseo de saciar tu curiosidad de entablar una conversación con los mismos. Por otro lado, Maroma, a pesar de su propuesta más independiente que la de otras ferias, no rompe con la dinámica de socialización que se da en las ferias de este tipo.