Poco se habló sobre los manifestantes que pasaron horas fuera de las oficinas del Instituto Federal Electoral ayer domingo 1 de julio. La mayor parte de los protestantes venían de provincia y exigian boletas para votar. Su testimonio fue que habían escuchado en diferentes medios de comunicación, qué en caso de que no hubiera boletas suficientes en las casillas especiales (en donde los votantes que estuvieran fuera de su zona podrían votar por Presidente de la República y Senadores), podrían votar en la explanada del IFE.
Entre varios "¡queremos votar y vamos a votar!", una representación de Miguel Hidalgo, y una inundación, hablamos con una de las organizadoras de la manifestación, quien nos dijo que habían entrado 5 representantes a las instalaciones del IFE, en donde les dijeron, entre otras cosas, que no podrían votar y "que no era su culpa, que era culpa de los legisladores, y pedimos que salieran y que dijeran que son unos incompetentes y que nos están negando el derecho al voto, dijeron: 'si vamos a salir', salieron y no dijeron eso. Salieron y dijeron que de ellos no depende que no haya mas de 750" (refiriéndose a las boletas).
Cuando notaron que no podrían resolver su problema, organizaron una dinámica en la que voluntariamente, pasaban a decir su nombre, mostrar su credencial de elector y decir para quien era su voto.
Se llevó un conteo improvisado por los mismos manifestantes en un cuaderno, en donde practicamente todos los votos se registraron a favor del candidatos de las izquierdas, Andres Manuel López Obrador.
Sin respuesta, a las 11 pm, había del otro lado de la reja que divide la explanada del Instituto Federal Electoral y Viaducto Periférico, menos de la mitad de manifestantes que había unas horas antes, sentados y platicando entre ellos, sin gritos ni protestas, únicamente su presencia.