Lázaro: el nuevo disco de Yoga Fire
En un espacio residencial de la Ciudad de México cerca de San Jerónimo, el cantante Yoga Fire se presentó entre familia, amistades y algunos medios. El Hugo Canchola compartió un disco completamente inesperado, el último álbum de uno de los integrantes de la Homegrown Mafia.
“...creo que es la mejor faceta de Yoga, la más sincera, versátil, si me quieren conocer, es un must”, comenta el cantante.
En Lázaro, Yoga Fire experimenta con un trap más melódico, menos violento, más bailable con sonidos electrónicos con dirección hacia el latin trap. En su presentación dejó ver un movimiento de cadera que acompañó su deliberación “soy un vato así, que le puede dar en todas las bases, así soy de campechano”.
“Soy bien bailador, la salsa fue mi primer contacto con la música real”, creció escuchando a Rubén Blades y tiene tatuado a un Héctor Lavoe.
“Es muy delgada la línea ¿sabes? entre si estás siendo cronista o protagonista de las historias”, dice Canchola, mejor conocido como Yoga Fire y entre más fuego: Yoga Fiera, refiriéndose a las vibras y el mensaje que plasmó en La ciudad del diablo, su primer entrega musical como solista, auspiciada por la disquera Homegrown, un disco trap con un alto nivel de violencia lirical.
Al romper la barrera entre contar y protagonizar: “Hugo se ve envuelto en la vida trap, se ve absorbido por el personaje, haciendo apología del delito, tu vida se ve inmiscuida” comenta el trapero. Para Yoga sólo hay dos salidas a esa vida y él no quería ninguna de las dos, por ello se alejó después de la intención de su primer disco de “...darle un pedazo de vida a Ecatepec, en realidad allá no hay mucho que hacer más que realmente delinquir”, quien ha vivido toda su vida en ese municipio.
Yoga se refiere a esa etapa como “un medio hostil que te atrapa pero también te mastica y te escupe fuera”. “El problema es que empiezas a contar las cosas tanto que las llamas y empiezan a pasar, cada vez te encuentras con más gente del bajo mundo, tu música le gusta más a esas personas…”, cuenta Hugo. Sin embargo, también resalta que esas razones fueron las impulsoras de sus canciones.
El artista platica que se puede trapear de varias maneras “La música te lleva al trap y el trap te lleva a la música” explicando que el trap es la vida baja, dura, riesgosa y delincuencial. En ese tiempo él se sentía el street creed.
“Soy la institución en México del trap, de la trampa, la trap house, tenía que mantenerlo real”, afirma el pionero del trap.
El asunto se pone crístico a sus 33 años, pues Yoga deja ver en su frente, pegada a las raíces del cabello, el tatuaje de una corona de espinas con sangre escurriendo que alude a la del rey de Nazaret. El mexiquense creció en un entorno cristiano-católico, por lo que es fan del arte sacro y mencionó que creía que dios “el primer héroe que te pone tu jefa”.
Fuete Billete, mezcla acapellas de reguetoneros con bases 808 trap. Entra al juego Russian, productor del Vybz Kartel, se mezcla con el chanteo borinqueño (Farruko) y crean hits. Luego la escuela geek, más metida en España, le dan el verdadero sentido al trap en español (Pxxr Gvng) y esta mezcolanza deriva en los trapstars y popstars de Argentina (Duki).
En México, Yoga Fire, Hadrian y Go Golden Junk, son los tres personajes que comienzan a jugar con el hustle del trap y afirma que si no fuera por “hegemonías pendejas” del rap, se hubieran adelantado 3 o 4 años antes al género. El problema fue que eran de pandillas contrarias y a pesar de su amistad, eso les impidió haber dado el primer paso, hoy la capacidad se extiende, comprendieron que “la clave del trap fue que nos saltamos al rap, vamos a hacerlo todo juntos por el money”, sostuvo Fire.