'Love & Hate' - Michael Kiwanuka

Amor y odio. Odio y amor. Los dos sentimientos más humanos, igual de intensos pero en sentidos opuestos, al ser extremos se encuentran al final del camino. De ahí la popular frase: “del odio al amor, hay un solo paso”. Uno no puede existir sin el otro, son antítesis, como héroe y villano de una historieta ilustrada: uno es el ying y otro el yang.

Esto parece saberlo el británico Michael Samuel Kiwanuka, el cual en este 2016 lanza su segundo larga duración llamado justamente, Love & Hate. En él, el músico lleva al escucha por un melancólico recorrido de canciones que exploran la escala de grises entre uno y otro sentimiento. Le hará recordar un amor perdido, odiara hacerlo, pero sonreirá al recordar las lecciones aprendidas.

Ello lo hace adoptando los ritmos de lucha afroamericanos por excelencia; como el funk, soul, jazz o el gospel, pero sin dejar de lado sus influencias progresivas, como Pink Floyd. Basta escuchar la canción inicial, “Cold Little Heart” para notar esta curiosa unión. El intro de cinco minutos es una remembranza al de “Shine On You Crazy Diamond (Parts I - V)”,  pero combinado con el dolor y el alma de los ritmos antes mencionados. A los coros gospel iniciales se van sumando violines y guitarras que lloran, y es hasta la mitad del track cuando se escucha la voz de Kiwanuka dar la bienvenida oficial al álbum y preguntarle a su ahora inexistente amor: “Did you ever want it?”

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La portada del disco muestra un grisáceo corazón dividido por mitades; el lado izquierdo parece estar intacto, mientras el derecho se derrite, ¿cuál representa a qué sentimiento? Realmente no se sabe, la interpretación queda abierta a quien lo observe. Al final, cada uno opinará dependiendo de la propia experiencia…

Producido por Danger Mouse, quien ha hecho lo propio con Gorillaz, Beck y en su proyecto Broken Bells, el disco logra captar la esencia que Kiwanuka le quiso imprimir al álbum. Love &Hate respira melancolía, pero de una forma elegante y sin perder su esencia de anhelo por ese gran amor.

El primer sencillo, “Black Man in a White World” demuestra esto, ya que a pesar de enumerar las desventajas de ser una “persona negra en un mundo de blancos”, no lo hace con lamentos y guitarras acústicas, más bien le pinta buena cara al mal tiempo, y mientras canta "I'm in love but I'm still sad / I've found peace but I'm not glad”, lo hace acompañado del funk, del R&B y del gospel.

https://www.youtube.com/watch?v=-TYlcVNI2AM

Kiwanuka trabajó con Adele en 2011 y parece haber aprendido bien de ella, ya que su voz, digna de importantes intérpretes del soul como Al Green o James Brown, es la guía del recorrido y lleva a la mente hacia los rincones más recónditos de nuestro ser, a encontrarle el silver lining a cada uno de estos.

El álbum es preciso. Tiene 10 tracks, un número redondo. Como se mencionó antes, en la portada el corazón está al centro, dividido en dos. Y es justo al llegar a la mitad del disco que se encuentra el track homónimo, “Love & Hate” de nuevo, cada palabra imitando a la otra, compuesta por cuatro letras—. La canción es una lucha interna entre ambas partes, ¿cuál es la justa medida de uno u otro? ¿Qué tanto tolerará el amor? O como lo recita él: “Love and hate / How much more are we supposed to tolerate / Can't you see there's more to me than my mistakes…”

Arriba y abajo. Negro y blanco. Izquierda y derecha. Una de las más epicas batallas del ser humano es y será por encontrar el balance en todo, esa justa medida que le ofrezca paz, aunque sea por un segundo. Michael Kiwanuka parece haber encontrado justo eso con la producción de Love & Hate.

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