Texto por Andrés Durán y Salvador Nito Operation Avalanche
Un género muy utilizado en el cine gracias a su aproximación al realismo es el documental falso. Obras de horror como Blair Witch Project (1999) y REC (2007) han probado su efectividad para sumergir a la audiencia en la historia. Operation Avalanche (2016) demuestra que existen otros usos para esta forma narrativa además del terror.
Una coproducción estadounidense y canadiense, cuenta la historia de un grupo de documentalistas de la CIA con la misión de falsificar el alunizaje de la misión Apollo 11. Dirigida y protagonizada por Matt Johnson, quien además se interpreta a sí mismo, es efectiva al momento de transmitir un sentimiento de suspenso, tensión y conspiración.
Quizá uno de los elementos que ayuda a generar más realismo es el formato. Al inicio de la cinta, la proporción de imagen es cuadrada, tiene mucho ruido y es en blanco y negro, lo que da a entender que fue rodada en formato de 8 milímetros. Más adelante la calidad de imágen mejora y se añade el color, todo filmado con película de 16 milímetros.
Gracias a la decisión de filmar la película en formato análogo, acompañado por un buen trabajo de arte, ayuda a ambientar a la película dentro de la década de los 60’s. Otro elemento que destaca en la cinta es un pequeño homenaje al cine de Stanley Kubrick.
Una película que comienza con tonalidades cómicas y ligeras, pronto se convierte en una neblina llena de tensión y una sensación de paranoia permanente. Un trabajo narrativo que captura y mantiene al público inmerso en la historia, una forma efectiva y fresco de un género muchas veces utilizado.
Hunt for the Wilderpeople
Una película que dentro del festival de cine de Los Cabos no participó en ninguna competencia. Formó parte de la sección World Highlights y resultó una agradable sorpresa, una pequeña joya escondida en la maleza del cine internacional.
Desde Nueva Zelanda, Hunt for the Wilderpeople 2016 es una pieza tan irreverente como cómica y entrañable. Dirigida por el kiwi Taika Waititi, cuenta la historia de un niño rebelde y problemático que se pierde con su tío adoptivo en el bosque de Nueva Zelanda.
Llena de términos locales como “Skux”, que significa gangster o cool, o “Heaps” una forma de decir “muchos”, la película no teme en demostrar un orgullo por sus raíces maoris y británicas. A esto se agrega un guión dinámico, ligero pero poderoso y un elenco talentoso para generar una obra cómicamente emocional.
Una nueva pieza en el cine neozelandés que demuestra el impacto prevaleciente del director Peter Jackson, máximo exponente de la industria local. Hunt for the Wilderpeople está lleno de referencias al Señor de los anillos (2001-2003), desde las tomas aéreas por las montañas hasta una recreación de la famosa escena donde los hobbits se esconden del Nazgul abajo de un sendero.
Hunt for the Wilderpeople es una película completamente neozelandesa que puede ser disfrutada por público de todas partes del mundo. Es cómica e irreverente, pero a la vez consigue conectar emocionalmente con la audiencia. Una reflexión sobre la vida y la amistad.
X500
X500 (2016), un nombre abstracto para una película en cierto modo cruda.
Juan Andrés Arango decide mostrar en pantalla la vida de tres jóvenes separados por miles de kilómetros pero que viven circunstancias similares.
Los tres son emigrantes que llegan a un nuevo lugar para vivir, en el cual impera la violencia, misma que termina por transformarlos completamente a través de un recorrido de vida y quiebre emocional.
Maria sale de Filipinas para llegar a Montreal. El Colombiano Alex, es deportado de Estados Unidos a Colombia. Finalmente encontramos a David, un joven que decide dejar su pueblo Indígena para llegar a la Ciudad de México.
Un retrato de la naturaleza humana en los barrios de las ciudades, desde Canadá hasta Colombia pasando por México, la violencia se expone como un factor humano que empobrece el espíritu de quienes la padecen y contamina la personalidad de quienes la adoptan como forma de reconforte social o como una solución para terminar con problemas económicos y de seguridad.
La fotografía de Nicolas Caniccioni apoyada por luz natural y altos contrastes de oscuridad, juega bien con el sentir mayormente oscuro de los personajes. También ligeros tintes de luz en la piel morena de los personajes, lo que brinda la impresión de los pequeños atisbos de luz en las maltratadas almas de estos tres jóvenes que tienen que enfrentar a la violencia física de los lugares que pisan y la violencia emocional de tenerse que enfrentar a un cambio que viene desde dentro.
Una película que ilustra bien algunos de los barrios marginados de la Ciudad de México, en los cuales imperan las pandillas callejeras, de la Ciudad de México y cómo opera el crimen organizado en las zonas rojas de Colombia. además de como funciona una pandilla en la Ciudad de México.