LANY: Una noche de energía y catarsis en la CDMX
Fotos: Victor Lara
El mar de jóvenes con looks totalmente pensados y producidos esperan impacientes en el Auditorio Blackberry. Hace apenas cinco años, LANY era de los primeros conciertos en el Corona Capital y ahora tienen dos fechas consecutivas en la Ciudad de México, la primera completamente sold out.
Finalmente cayeron las luces. En la pantalla del escenario, una galaxia. Salió Jake Goss, el baterista, y el público explotó en gritos, pero nada comparado a lo que despierta en la multitud cuando aparece Paul Jason Klein, cantante principal y rostro galán del dúo. “You!”, arranca el concierto con una explosión de sonidos y colores.
Durante “Thick and Thin” apareció la bandera mexicana lanzada por un fan. Paul Jason Klein la levantó en el coro y reveló, sobre el verde, blanco y rojo: “LANY 4EVER”. Paul jugó con su voz y la presumió, pero apenas se escuchó entre las miles de personas que gritaban sus letras. Durante “Super Far”, el público rugió emotivo, y Paul se dio un momento para confirmar lo que ya es sabido del público mexicano, comentando que este se siente como el concierto más estruendoso que han dado.
Te recomendamos: Unknown Mortal Orchestra hace tributo a su madre con “I Killed Captain Cook“
Todo se inundó de azul para dar paso a “13”, y mientras cantaba e invitaba al público a tararear con la guitarra, Paul recogió y abrazó a un par de Dr. Simis. LANY hizo un recorrido de toda su discografía, desde sus EP previos a cualquier álbum con canciones como “pink skies”, hasta su más reciente álbum, gg bb xx, con “ex i never had”.
Con palmeras de fondo y videos que remiten al Hollywood de antaño en pantalla, Paul remplazó “west coast” por “México” en la letra de “Made In Hollywood” antes de su ya icónico crowd surfing, dejándose caer de espaldas durante el coro para que el público lo envolviera.
Llegó la hora de llorarle al amor con “Malibu Nights”, canción que dio nombre a su segundo álbum. Paul se sentó al piano, y demostró que su voz no siempre es enérgica y animada, también sabe ser suave y melancólica.
Con eso salieron del escenario y dejaron al público con la imagen de una estructura en llamas que poco a poco se consumió en pantalla. Las personas exigieron más y tras una corta espera, LANY volvió al escenario, porque claro, no podían faltar dos de sus canciones más icónicas.
La voz de la madre de Jake se apoderó del recinto por unos segundos con “Parents”, antes de que la canción que define a LANY como grupo retumbara en el auditorio: “ILYSB”. Cuando Paul pidió que cargaran a sus fans, la pista se llenó de decenas de chicas con acompañantes aventados y robustos que las balanceaban sobre sus hombros mientras ellas flotaban por encima de la multitud.
Antes de salir del escenario, LANY le hizo una promesa a su público mexicano: volverán el próximo año, y el próximo y el próximo, por el resto de sus vidas.
También lee: "I Felt A Funeral, In My Brain", un poema de Emily Dickinson en voz de Andrew Bird y Phoebe Bridgers