Lamb Of God regresó a tierras mexicanas para saciar almas metaleras
Por Santiago Villa
Pasaron cuatro años para que, desde su presentación en el Festival Domination México, la banda de groove metal Lamb of God regresara a los escenarios mexicanos el martes 2 de mayo de 2023 en el Palacio de los Deportes. En esta ocasión, la banda viene con su nuevo disco Omens, el cual ha sido calificado por ellos mismos como contemporáneo y con un sonido más moderno. Previo al show de la banda de Richmond, Virginia, dos actos abridores de metal core fueron los encargados de calentar motores para el headbanging: la banda norteamericana Knocked Loose y Parkway Drive y directamente desde Australia.
Knocked Loose fueron los primeros en tocar alrededor de las 19:00 hrs. Elevaron poco a poco la adrenalina frente a un público sin temor al contacto físico, soltando algunos golpes al aire acompañados de baile al ritmo de la tarola. Bryan Garris, vocalista de la banda puso el tono del resto del concierto al expresar: “Quiero que tengamos una noche que podamos recordar” e invitó al público a disfrutar y entregarse a las bandas del show.
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La banda australiana también tuvo buena recepción por parte del público. Alrededor de las 20:20 horas, Parkway Drive abrió con “Glitch” para después tocar “Prey”, elevando la emoción y la pasión del público asiduo del metal mediante brincos, cantos, slam, y headbanging. Casi al final de su presentación, el vocalista Winston MCcall le pidió a los asistentes que abrieran un circle pit, a lo que accedieron de manera instantánea, llenando esta gran presentación de mucha energía.
Después de una breve espera, a las 22:00 horas las luces se apagaron y el telón que cubría al escenario con el logo de la banda bajó rápidamente. Finalmente llegó el momento que todos los fans estaban esperando. La banda empezó su concierto de hora y media de duración con “Memento Mori”, demostrando que la poderosa voz gutural de Randall Blythe suena prácticamente igual que en sus discos de estudio. Inició con la fuerza de un martillazo sobre acero.
Su nuevo baterista, Art Cruz entregó toda su energía con tremendos golpes, haciendo sonar potente a su set de batería a la velocidad de un auto de carreras. Las canciones fueron tocadas y grabadas originalmente por Chris Adler, ex baterista de la banda, quién anunció su salida en 2019. Las agresivas guitarras de Mark Morton y Willie Adler eran perfectas junto al bajo de John Campbell.
Durante el setlist, el slam volvió para cobrar vida como una masa energética y viva, mucho más fuerte y grande que en los actos abridores. En un ambiente rudo pero divertido, se generó una hermandad metalera notable, si alguien se caía al piso en medio de la lluvia de cerveza, empujones y contacto físico, lo asistían para levantar al soldado caído. “512”, “Omerta”, “Now You´ve Got Something To Die For” fueron algunas de las canciones que tocaron con todo y mosh pits. En un punto de su concierto Randy Blythe expresó su agradecimiento con el público mexicano diciendo que cada vez que venían, “era maravilloso”.
“Laid To Rest” y “Redneck” fueron las canciones con las que decidieron cerrar su presentación. El vocalista de la banda invitó al público a hacer la aglomeración de slam aún más grande, enorme. Sus órdenes fueron seguidas y los asistentes giraban en círculos como un torbellino humano que se lleva todo a su paso. Los que permanecían fuera del slam, movían la cabeza al ritmo de esta canción. El show terminó a las 23:20 hrs., con la canción “Viva México” de Alejandro Fernández de fondo mientras se despedían de su audiencia que coreaba el clásico de mariachi junto a Randy Blythe. Un fan le entregó la bandera nacional al vocalista el cuál se la puso sobre los hombros. Así nos despedimos de esa noche llena de mucha energía, pasión y una buena dosis de metal.
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