La historia de “Las Patronas” comienza muy lejos de Veracruz. Por donde pasan las vías del tren conocido como La Bestia. Pero no es en la lejanía del espacio sino en la del tiempo desde la que se entiende el fenómeno migratorio y el corazón de la misión de “Las Patronas”.

Para ellas, el humano tiene derecho a migrar, a buscar un mejor lugar en el que vivir, de la misma forma en que lo hicieron nuestros ancestros al moverse de África hacia el resto de los continentes. Para ellas, moverse, es un derecho humano básico que reside en el empoderamiento de la persona para aceptar o rechazar al Estado en el que, por un acto fortuito, naciste. Es un ángulo muy diferente al que la mayoría de las personas toman sobre su territorio puesto que lo piensan como algo que ha de poseerse. Para ellas, no se es dueño más que de la capacidad de elegir ver a al otro como persona, de ayudar.

“Hoy vemos con triste realidad a todos los países que viven hoy una situación de violencia, una situación de guerra y, de verdad, es muy preocupante. No, no podemos quedarnos sin pensar que algo pueda pasar también en este país ”

— Norma Romero, en el panel donde la acompañaron Joachim Michael e Ileana Rodríguez.

Su participación en el seminario “Paz: visiones, estrategias, luchas”, realizado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara este 4 de diciembre, fue otra demostración de esa entrega, puesto que —a pesar de los cambios políticos, económicos y de los tiempos—, han mantenido su firme convicción de que hay una forma en la que podemos crecer todos, vivir con dignidad y empatía.

Norma Romero expresó de forma clara y reiterativa que lo que es indispensable es la relación entre las personas, esa aceptación y respeto mutuo que se genera al compartir una mesa, aún más importante, una comida. Esta idea está muy firmemente plantada en los corazones de “Las Patronas”, incluso antes de convertirse en la institución que hoy son puesto que todo comenzó con un “compartir el pan”.

Las primeras mujeres que, hace ya casi 25 años, tomaron la decisión de no ser indiferentes ante esos migrantes, humanos obligados a abandonar sus vidas porque ya era imposible habitarlas, dieron leche y pan. Lanzaron con todos sus fuerzas lo que tenían a un tren en movimiento, sin pedir nada a cambio. Desde entonces, continúan entregadas al servicio de los otros sin importar de dónde vengan.

La intervención del académico Joachim Michael, de la Universidad de Guadalajara, ilustró la labor de “Las Patronas” como un desafío necesario y urgente a las restricciones patriarcales para el crecimiento de las personas en este país (y los vecinos), así como de las mujeres en las comunidades encarecidas por la violencia y la pobreza.

El público también tuvo la oportunidad de enriquecer la discusión aportando experiencias desde sus realidades particulares. Las caravanas de migrantes fueron mencionadas en un momento de impacto emocional por lo delicado del tema.

“La situación que hoy vive la frontera sur es muy dolorosa. A nosotros que nos ha tocado ayudar en las caravanas que han subido el Octubre pasado, veíamos a estas mujeres y a esos niños con hambre, ansiedad de tener comida. Y, saber que eran personas que simplemente querían un paso, querían libre tránsito y no, no era como se decía. Había muchas violaciones a los derechos”, compartió Norma Romero.

Queda mucho que decir sobre la migración en nuestro país y mucho más como fenómeno humano, por lo que la exploración de estos temas en espacios de aprendizaje como la Feria Internacional del Libro en Guadalajara es vital para sobreponernos nuestros errores.

Como última acotación, Norma invitó a la sociedad a apoyar dando lo que pudieran. Si están interesados pueden contactarlas a través de su correo: lapatrona.laesperanza@gmail.com o comunicarse vía Facebook en @meraspatronas.