La película de la semana: El triángulo de la tristeza
Dentro del selecto grupo de los autores que han ganados dos veces la prestigiosa Palma de oro del Festival de cine de Cannes, entre los que están Francis Ford Coppola, Shoei Imamura, Emir Kusturica, los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne y Ken Loach, solo tres lo han podido hacer con películas consecutivas: Michael Haneke, Bille August y Ruben Östlund. El primero con El listón blanco y Amor, el segundo con Pelle el conquistador y Las mejores intenciones y el último con The square y El triángulo de la tristeza, triunfadora del año pasado y que al estrenarse en nuestro país es nuestra película de esta semana.
Siguiendo la estela temática y de estilo que le han conseguido a Östlund la reputación de cineasta incómodo y provocador, El triángulo de la tristeza es una fábula moderna que cuestiona los excesos de un capitalismo feroz que privilegia la fama y el dinero como metas, y el poder y el reconocimiento como valores primordiales.
Usando un crucero de lujo como pretexto, y una travesía en la que las cosas pueden salir mal, nuestra película de la semana nos presenta una serie de personajes al borde de la caricatura que van de millonarios sin escrúpulos hasta top models e influencers idiotas pasando por marineros alcohólicos, amantes caprichosas o miembros de la tripulación resentidos. Todos a bordo de una moderna y caótica embarcación que se convierte en una escatológica y grotesca arca de Noe moderna.
¿Cuál es el valor de la conciencia de clase? ¿De qué sirve saber hacer algo en esta vida? ¿Qué pasaría si el dinero ya no existe y el poder cambia de manos?
De eso y más habla la más reciente propuesta fílmica del niño terrible del cine sueco contemporáneo que después de triunfar en Cannes aspira al Óscar de la academia de Hollywood en las categorías de Mejor Película, Mejor director y Mejor guion original.
El triángulo de la tristeza se puede ver en Cineteca Nacional, Cine Tonalá y Cinemanía.
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