La obscura interacción en los grupos de Facebook

La razón por la que decides entrar a un grupo de Facebook puede tener distintos intereses, por mero entretenimiento, o esa fijación por ahondar en la internet cuando son más de las 3:00am y el cerebro pierde la noción de la realidad, hasta que nos topamos con un contenido que nos hace pensar ¿cómo carajos llegué aquí? No hace mucho tiempo la gente hablaba de la deep web como un edén de sitios que corrompen la ética y la legalidad; un lugar de difícil acceso en el que, si se lograba entrar,  se corría un riesgo muy alto:. Desde daños al dispositivo donde se accedió, e incluso la posibilidad de ser arrestado por el contenido buscado o acciones efectuadas en esta zona de la internet. Asesinatos, drogas, pornografía, servicios criminales a sueldo, entre otras cosas, la oferta de la estructura más profunda de la red al alcance de un conocimiento medio-avanzado de navegación. Sin embargo, la deep web hoy es obsoleta y, si se requiere de estos servicios ilegales, innecesaria.

El acceso a Facebook, si bien tiene ciertas restricciones, funge más como un código que como un filtro para formar parte de esta plataforma. En Estados Unidos, Facebook se ha convertido en la red social más importante para la comunicación y se ha modificado de tal manera que ofrece desde la publicación de texto y audiovisual, hasta el livestream y messenger, convirtiendo a Facebook en una red multidinámica y sencilla que engloba todo lo necesario para no usar más aplicaciones o plataformas.

Una de las características más importantes de Facebook, es la posibilidad de hacer grupos de amigos o personas según intereses específicos, o características identitarias en las que se comparte contenido y sin límite de usuarios.

Dentro de los términos y condiciones de Facebook existe un contrato social en el que el usuario se compromete a no usar Facebook si es menor de 13 años,  no compartir contenido inapropiado,  no amenazar y no spamear contenido comercial, entre otras cosas. A pesar de esto, Facebook se deslinda de la imposibilidad de estar 100% seguros de estas amenazas.

Con el modelo de 4chan, 8chan, Reddit, Tumblr, entre otras plataformas y comunidades de menor relevancia, los usuarios modificaron el uso de los grupos de Facebook de tal manera que algunas características aplicables de estas redes se adaptaron a estos grupos, en una de las plataformas más globales de la historia.

Para un usuario común, entrar a Facebook significa compartir fotos, videos, pensamientos, añadir amigos y conectar uno que otro juego. En el caso de los grupos, con cada actualización de esta plataforma, han ido modificándose hasta permitir definir su privacidad, vender objetos y transmitir en vivo sólo para los usuarios que pertenecen a esta subcomunidad. Incluso hay grupos que requieren de un cuestionario para acceder y, según el perfil que busquen, pueden aceptar o rechazar solicitudes.

Desde hace unas semanas los grupos de Facebook se han convertido, en una fuente de  noticias por la supuesta relación con algunos hechos como los saqueos post-gasolinazo y el tiroteo en el Colegio Americano del Noreste, en la ciudad de Monterrey.

 

Los medios masivos han establecido contacto con algunos usuarios que se jactan de liderar hordas de personas que harán lo que sea por ser fieles a una identidad que no está realmente definida, y que fue creada en una página que puede anteponer al nombre de alguna referencia a caricaturas, memes o cultura pop, las palabras: , Secta, Seguidores, Legión, entre otras.

La gran mayoría de estos grupos surge de esquemas como el de Seguidores de la Grasa, un grupo que nació en 2012, posterior a la creación de una página llamada Gordo Friki de Paraguay. En dicha página, los usuarios se identificaban con la cultura friki y los rage comics, una comunidad que creció poco a poco y que descubrió el poder que tenían y las posibilidades que éste les daba. Esto los llevó a perpetrar ataques a la página de Obama, tumbar cuentas de Facebook o YouTube y tirar otros grupos nacientes en la red.

A pesar de estos hechos, SDLG comunicaron mediante un post en Facebook que les parecía estúpido lo que los grupos están haciendo actualmente, así como la forma en la que los medios han dado veracidad a hechos que podrían ser manipulados por estos grupos mediante información falsa. Además se menciona el caso del niño de Monterrey en el que algunos grupos decían que era integrante y que le habían ayudado a llevar a cabo el tiroteo en el sentido en el que le dieron los contactos para conseguir el arma además de aconsejarlo para saber qué debía hacer. SDLG habla de un código creado por el administrador, El Gordo Friki, en el que menciona que en ese grupo no se puede publicar pornografía, tráfico de drogas, ni incita a crímenes. Este grupo tiene extensiones temáticas en ámbitos del entretenimiento, como cine, televisión, gaming y cocina. El texto cierra así: “...Por último, Padres, no busquen culpar a internet por los actos de sus hijos, es la falta de atención, la falta de comunicación en familia lo que genera delincuentes, niños depresivos y hasta con trastornos mentales…”

https://www.youtube.com/watch?v=qQB03_NGbxA

Uno de los principales errores que se han cometido en esta situación es no entender que estos grupos buscan la publicidad y fama, y no tanto lograr algún hecho planteado en sus hashtags o imágenes. La intención de estos grupos es generar una comunidad para jóvenes que no tienen un desenvolvimiento social por considerarse “raros” o rechazados. De ahí surge la relación entre la depresión y estos grupos. Sin embargo la seriedad de estos grupos es cuestionable.Uno de los conceptos con el que se les conoce a estas personas es la del “Niño rata”, un usuario gamer que tiene un juego no acorde a su edad y que se dedica a arruinar el juego de los demás usuarios que hacen alguna campaña o misiones específicas en algún servidor específico o modalidad de juego. Estos “Niños rata” hacen comunidades en las que se habla de X videojuego y establecen reglas en la página de Facebook, sin embargo los grupos que tienen éxito crecen exponencialmente y crean paulatinamente otros grupos con posibilidad de compartir contenido diverso que no necesariamente tenga que ver con el tema. La masificación de estas comunidades se fue pervirtiendo, a tal grado que los elementos se convirtieron en un modelo replicable para cubrir cualquier necesidad de contenido a la mano de cualquiera que ingrese a Facebook.

El problema no son los contenidos que planean estos grupos, ni los trending topics, ni la adjudicación de hechos como el tiroteo en Monterrey. El verdadero menester es la forma en la que los grupos de Facebook se alimentan de esa publicidad con el fin de crecer más y ser entonces “mejores” que los demás. Cuando un grupo logra salir en un medio, no se preocupan, en realidad es un logro. Durante las entrevistas con los administradores de la Secta100tifika se hablaba de nexos con partidos políticos que subsidian a estos grupos dependiendo del resultado que logren. Sin embargo tras bambalinas, los memes y burlas a esas declaraciones dan por entendido que las palabras son falsas. La nula ética y criterio sobre los hechos, hacen evidente su minoría de edad o la separación que existe en un proceso realmente con una concepción social o política, y a la vez el crecimiento de insensibilidad por las concecuencias al ser generadas desde la internet. Estos grupos son apenas una consecuencia del libertinaje que esta red social ha permitido desde hace mucho tiempo. Y el poco criterio que se modifica entre un grupo más permisivo que otro con la intención de ganar más adeptos. Facebook se ha convertido en una plataforma en la que a la vez que hacemos amigos y recordamos cumpleaños, existe trata, intercambio de pornografía e incluso servicios ilícitos a sueldo. Muchos de estos grupos aparecen esporádicamente en temporadas y horarios, desaparecen o son completamente secretos. La gran mayoría generan grupos de respaldo por la posibilidad de ser tumbados en cualquier momento.

Cuando algo se publica en el muro de tu Facebook puede ser denunciado o en su caso la plataforma reconoce algunos elementos y retira el contenido automáticamente. En los grupos es diferente ya que en teoría el código que la página recomienda, los usuarios tienen la administración y organización de todo lo que se publica en estos grupos. Justo son estos sujetos los que crean las posibilidades de publicar cualquier contenido y crear una comunidad en la que se puede pagar viajes de Uber a través de transferencia directa a los choferes sin que el dinero pase por la empresa, o buscar escorts, por mencionar algunas.

 

Todos estos grupos han creado sus propios códigos a conveniencia, el que denuncia algo que para los moderadores y administradores sí es permitido es expulsado del grupo. Las reglas de estos grupos que buscan atención a partir de las apologías a la violencia y trolleos masivos atentan con los principios que Facebook establece para generar una comunidad sana, pero poco pueden hacer para acabar con el cáncer. El problema se basa en el fundamento de estos usuarios en busca del “heroísmo”, que en internet significa trascender a toda costa ganando el reconocimiento de los demás. No hay límite excepto el del mundo real, que vive en un limbo ético en el que, cuando algo llega ahí –al mundo real– el arrepentimiento de los usuarios no existe o si acaso existe, se oculta en la ironía y el sarcasmo para mantener credibilidad ante el grupo que plantea la idea de que la grandeza es lograda a partir de formar parte de estas subcomunidades de Facebook.

Existen casos en los que jóvenes menores de edad terminan cometiendo suicidio por ser atormentados en Facebook o manipulados a tal grado de compartir fotografías desnudos o cometer actos en los que arriesguen su integridad en cualquier nivel. La sociedad de la red si bien ha acogido a los que no son aceptados en círculos sociales en la vida real (escuela, comunidad, familia). La venganza en línea y el anonimato ha creado de algunos, personajes sin escrúpulos o ética que llevan al extremo la manipulación y ofensas con tal de tener poder. No hay seguridad del origen de estos usuarios, muchos usan cuentas falsas, lo cual les permite mantener esa ironía hasta las últimas consecuencias.

En estos últimos días los grupos se han tenido que mudar a otras páginas que han atacado para mantenerse vivos. Algunos, han puesto en sus reglas no publicar nada relacionado con el tiroteo en Monterrey, ya que hay grupos que han sido tumbados por publicar contenido el cual Facebook ha reconocido como inapropiado a través de “infiltrados” que denuncian publicaciones en los grupos. En menos de un día uno de esos grupos ha logrado juntar a cien mil miembros y amenazan con atacar pronto sin decir a ciencia cierta de que va dicho ataque. Sin embargo conforme pasan los días las historia rompe la línea de la lógica. Habrá que esperar para saber cuál será su siguiente movimiento. Mientras tanto, hay que cuestionar esta información y no creer en las fuentes de estos grupos. La única forma de que pierdan fuerza es dejar de alimentarlos mediáticamente y buscar una solución en cuanto a las publicaciones indebidas. Probablemente por ahora, el acto de infiltrarse para denunciar sea la única forma de acabar con estos grupos. Al tiempo que otros serán creados en una lucha que parece tener más capítulos por delante y sin una solución tangible.

 

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