La competencia favorece a la imitación: La rivalidad entre Facebook y Snapchat

El mundo digital se ha convertido en la nueva mina de oro del siglo XXI. Hoy jóvenes pueden convertirse en multimillonarios con una simple idea innovadora. La creación de una app como Uber significó tres nuevos nombres en la lista de los más ricos de Forbes. Según Bloomberg,  el mercado online generó ganancias de aproximadamente 60 mil millones de dólares tan sólo en 2015, de los cuáles Google posee el 64% y Facebook el 13%.

Con un panorama económico tan favorable, múltiples compañías pelean entre sí para ofrecer la mejor experiencia digital. Diferentes empresas, viejas y nuevas, participan en una competencia entre sí. Una de las más protagónicas, la rivalidad entre Facebook y Snapchat, ha desatado un debate sobre qué tanto una aplicación puede tomar de otra sin ser considerado como robo.

La competencia por el mundo móvil entre Facebook y Snapchat no es nueva. En 2011 tres estudiantes de la Universidad de Standford idearon el concepto de un sistema de fotografías efímeras. Fue así como Reggie Brown, Evan Spiegel y Bobby Murphy fundaron la empresa Snapchat. Uno de las primeras decisiones creativas fue adoptar a la mascota “Ghostface Chilla”, un fantasma diseñado por Brown inspirado en el artista Ghostface Killah del grupo de hip-hop Wu-Tang Clan

https://www.youtube.com/watch?v=Hiv4KeoBeuo

Un año más tarde, el gigante de las redes sociales, Facebook, lanzó al mercado “Poke”. Un app que permitía mandar mensajes y fotos que desaparecían después de unos segundos. El intento para competir con el reciente Snapchat fracasó. La empresa de Mark Zuckerberg retiró su producto dos años después.

En el mundo empresarial, es común que las corporaciones de gran tamaño compren a su competencia. Por esta razón, en 2013 Facebook ofreció 3 mil millones de dólares para adueñarse de Snapchat, misma estrategia que implementó con la adquisición de Instagram por mil millones de dólares un año antes. La maniobra empresarial no funcionó. Al reconocer su propio potencial, Snapchat declinó la propuesta del gigante digital.

Los intentos de Facebook por competir en el mundo de los mensajes a través de fotografías efímeras continuó. En 2014, la empresa diseñó “Slingshot”. Otra app que consistía en la propuesta de valor de su rival principal. Al igual que “Poke”, la nueva aplicación no logró los resultados esperados y fue retirada de las tiendas digitales.

Después de dos intentos fallidos, Facebook optó por utilizar su plataforma social de imágenes, Instagram, para aprovechar a los 400 millones de usuarios activos en esa red. El 2 de agosto de 2016 “Instagram Stories” salió a la luz. La nueva herramienta consistía en la misma premisa que Snapchat: historias de fotografías y videos momentáneos. 

https://vimeo.com/177180549

Entre las similitudes de “Instagram Stories” y Snapchat se encuentra el mismo nombre “Stories”, duración máxima de 10 segundos por cada foto o video, desaparición de los clips después de 24 horas, capacidad de añadir texto y dibujos, filtros y la posibilidad de guardar el material directamente en la aplicación de fotografía nativa del teléfono entre otras. Todo encapsulado en un diseño semejante. Por el momento los geofilters que son basados en localización geográfica, y el face-mapping que proyecta imágenes sobre el rostro de una persona son exclusivos de Snapchat.

En una entrevista con el portal Techcrunch, el CEO de Instagram, Kevin Systrom reconoció que Snapchat merece todo el crédito por la idea detrás de “Instagram Stories”. Expresó que “esto es sobre un formato, y cómo lo llevas a tu red y le das tu propio giro”.

Según el portal digital Fast Company, la estrategia llevada a cabo por Facebook e Instagram es completamente legal. El profesor de leyes de la Universidad de Duke, Arti Rai menciona que “está bien tomar la idea de alguien más, con la condición de que tu expresión sea diferente”.

Según Stephanie Trunzo de la empresa de estrategias digitales PointSource, la idea de compartir un status es un paradigma social común, el cuál no le pertenece a nadie. Facebook lo hace a través de texto y Snapchat por medio de historias gráficas.

En un artículo de TechWorld, el abogado de propiedad intelectual Jeremy Harris manifestó que Snapchat no tiene defensa legal, a menos de que Instagram haya copiado partes completas del código de programación.

https://vimeo.com/177181588

 

A pesar de ser una acción que se encuentra en el marco legal, la estrategia de Instagram puede resultar contraproducente. Según el mercadólogo Al Reis, en el marketing existe el concepto de posicionamiento, donde las marcas ocupan distintos lugares dentro de la mente del consumidor.

En una táctica de branding, la mejor opción para establecer un posicionamiento adecuado es ser el primero en llegar. En este caso Snapchat ocupa dicho lugar. Al implementar una réplica de este servicio, Instagram cae en una situación de “Me too”, la cuál beneficia más al primer postor y fija al segundo como una copia del original. Este emplazamiento no es bien recibido en la mente del consumidor.

Para asegurar su participación en el mercado, Facebook comenzó a trabajar en una nueva app. El 5 de agosto la empresa lanzó una versión de prueba para una aplicación de fotografía similar a Snapchat, la cual permite manipular las imágenes, añadir texto y gráficos. Por ahora sólo está disponible en Canadá y Brasil.

El tiempo y los usuarios decidirán quién ganará la batalla por las historias fugaces. Por el momento la idea de que la competencia favorece a la innovación ha sido deformada. En el mundo digital parece ser que la rivalidad beneficia a la imitación.

 

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