Kraftwerk 1970, el futuro del ayer

Kraftwerk 1970, el futuro del ayer

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Era una época en la que la juventud se había contagiado inevitablemente de las dulces mieles del verano del amor y los efectos del LSD; 1970, año de lanzamientos legendarios como Let It Be, Bitches Brew, Paranoid, Atom Heart Mother, Funkadelic, y muchos más. Cada acto iba encontrando su propia forma de mostrar su estilo y música, pero en Alemania, un evento histórico estaba ocurriendo... el nacimiento del kraut.

Los jóvenes alemanes nacidos durante o en pleno final de la Segunda Guerra Mundial, sentían la necesidad de encontrar su propia manera de interpretar el verdadero estilo germano. Señalados como “los malos” de la guerra, Alemania tuvo que iniciar de nuevo en muchos aspectos, y la música no era ajena a esta necesidad de reinvención. Los sonidos británicos y norteamericanos alegraban los oídos de estos individuos, pero no terminaban por satisfacerlos al 100%. Así que, a lo largo de varias ciudades en Alemania, bandas compuestas por jóvenes, en su mayoría estudiantes, comenzaron a aparecer con el propósito de hacer música psicodélica, al mismo tiempo que volteaban al cielo y al espacio. Bandas con un sonido hipnótico, monótono, experimental, ambiental. Can, Faust, Neu!, Amon Düül II, Popol Vuh, Cluster, y por supuesto Kraftwerk, además de muchas más que compondrían, a finales de los sesenta e inicios de los setenta, la generación dorada del krautrock alemán.

Kraftwerk. Foto vía: YouTube

Kraftwerk. Foto vía: YouTube

Düsseldorf, una ciudad básica en el mundo industrial, fue el lugar que vio nacer a Kraftwerk. Todos conocemos ya su legado, su innovación dentro del terreno de la música electrónica, la trascendencia por la influencia que dejaron y todas esas frases de tío marihuano diciendo "es que Kraftwerk era la buena electrónica, no como los de ahora que nomás le ponen 'Play' a la canción". Pero antes de que fueran esos robots humanos y maniquíes que bailaban en discotecas, Kraftwerk tuvo que recorrer un sinuoso camino que incluyó el desafío de encontrar un sonido propio dentro de una escena naciente. En otras palabras, tuvo que "picar piedra".

Su disco debut homónimo, ya como Kraftwerk (entre 1969 y 1970 tuvieron una banda previa llamada Organisation), representa el primer paso que llevaría al futuro. Un sonido que estaba aún en pañales, pero en el cual ya se podía escuchar esa necesidad por experimentar e innovar con la naciente tecnología musical que implicaba sintetizadores y otras nuevas posibilidades sonoras dentro del contexto de una ciudad industrial. "El estudio estaba en medio de una refinería petrolera. Cuando salíamos de ahí, sólo podíamos escuchar el sonido de esas grandes llamas que llenan de humo, todo tipo de ruidos industriales", señala Ralf Hütter sobre esa época.

Un cono diseñado por Ralf Hütter claramente influenciado por el pop art de Andy Warhol en la portada, cuatro canciones, casi cuarenta minutos; experimentación libre y pura. Así luce y suena el debut de los alemanes. Ralf Hütter en los controles sintéticos, Florian Schneider en la experimentación en los violines, flautas y percusiones. Andreas Hohmann y Klaus Dinger (futuro fundador de Neu!) en las baterías, según la canción.

Todo inicia con "Ruckzuck", una de las mejores canciones de kraut que se recuerden y, también, una de las más rockeras de Kraftwerk. En ella, la furiosa batería de Dinger se combina con la loquera de la flauta de Schneider para generar una atmósfera ruidosa, libre y disfrutable. Luego viene la complicada "Stratovarius", un track progresivo dividido en varios momentos, comandados todos ellos por la improvisación y el delirio. El lado B lo componen las otras dos canciones, "Megaherz" y "Von Himmel Hoch". La primera es un ruidero al inicio, pero después llegan la calma y armonía. La segunda es una canción que empieza con sonidos de amenazantes motores de avión y explosiones que nos recuerdan a la Segunda Guerra Mundial y el origen de estos personajes; pero luego, el tema evoluciona hasta convertirse en uno de los más claros ejemplos de lo que hoy se conoce como "Early Kraftwerk".

Cabe señalar la importancia de Conny Plank en la producción e ingeniería del disco. Él es el responsable de muchos de los efectos y amplitudes que el sonido de Kraftwerk contiene. Plank es “EL” productor del krautrock; posteriormente produjo a otras bandas alemanas, desde Neu!, Cluster, Harmonia e Ibliss, hasta otros admiradores como Eurythmics, Brian Eno, Ultravox, Killing Joke y varios etcéteras.

Muchas de las bandas de la escena de kraut de aquellos floridos años en Alemania siguieron por esa línea del kraut y fue hermoso. Sin embargo, la historia tenía reservado el lugar para Kraftwerk como la banda que lograría evolucionar y permitir que este sonido, por momentos complicado para el oído, fuera mucho más digerible a tal grado de poder crear melodías que siguen vigentes hasta hoy. Todos conocemos ese Kraftwerk de "The Robots", "The Model" y "Tour de France", pero el origen de todo eso lo podemos trazar de vuelta a su origen en Kraftwerk, el inicio de un camino que terminó en el futuro del ayer.


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