José María Velasco: el arte del paisajismo
Un seis de julio, pero de 1840, nació uno de los paisajistas más talentosos de nuestra nación. Orgullosamente mexicano, José María Velasco se esforzó en plasmar en sus lienzos, con gran virtud, la tierra que lo vio nacer.
El artista logró generar con sus pinceles lo que una cámara fotográfica podría capturar en un instante; en pocas palabras, su trabajo roza la perfección como pocos podrían hacerlo. Si tuviéramos que destacar una cualidad del pintor, tendríamos que hacer mención a su capacidad de enfocarse en los detalles.
Velasco consigue transportar al observador a los paisajes que retrata gracias a la composición de sus obras. Nubes con diferentes tonalidades de azul, montañas con relieves y personas a la lejanía son algunos de los elementos que podemos contemplar en las invenciones de uno de los exponentes más relevantes del paisajismo decimonónico.
José María nació con el talento en las venas, sólo tenía que perfeccionarlo. Desde pequeño descubrió su habilidad para pintar, así que ingresó a la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Apasionado de la zoología, la botánica, la geografía y la arquitectura, también realizó estudios dentro de esos campos. Gracias a todos los conocimientos adquiridos, pudo exhibir con tanto realismo y detalle la flora y fauna en sus cuadros.
En sus lienzos es posible encontrar algunas personas y edificaciones, pero el verdadero interés de Velasco eran los paisajes, mismos que plasmó con un rigor excepcional. Al contemplar cualquiera de sus obras, es imposible notar algún detalle fuera de lugar. Todos los componentes retratados han sido elaborados con la máxima precaución y delicadeza.
Observar sus lienzos es hacer un viaje por el tiempo para regresar a un México con el cielo despejado, personas que se trasladan a caballo y trenes que fungen como uno de los principales medios de transporte.
El Museo Nacional del Arte, en su exposición “Territorio ideal, Perspectivas de una Época”, presenta una recopilación de las pinturas y bocetos del célebre artista. No te pierdas la oportunidad de deleitar tus sentidos y escapar de la ajetreada cotidianidad visitando la muestra permanente en el MUNAL.