Javier Bracho y las matemáticas en el arte
Foto Seminario de Cultura Mexicana
Es difícil quizá de bote pronto concebir una relación estrecha entre el mundo del arte y el de las matemáticas; sin embargo, una vez que nos adentramos en ello podemos maravillarnos de lo mucho que comparten, así como lo que personas como Javier Bracho Carpizo han dedicado su vida a hacer en un ir y venir entre ambas.
Doctor por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, 1981), y miembro del Comité de Ciencias del Fondo de Cultura Económica (FCE), el pasado martes 13 de junio ingresó oficialmente como Miembro Titular del Seminario de Cultura Mexicana.
Tuvimos la oportunidad de platicar con él sobre lo que ha trabajado en su larga trayectoria, tanto las vivencias, aprendizajes y reflexiones que le han dejado la mezcla entre los dos mundos. Resaltó lo cercana que puede ser la relación de la experiencia humana tanto con el arte como con las matemáticas desde el momento en el que nacemos.
“Los niños a lo que se dedican es a jugar y el juego es de las actividades humanas más importantes, los niños descubren jugando y los matemáticos descubrimos jugando. Esa capacidad de abstraerce y meterse en otro mundo que justo tiene un niño es justo lo que hace un matemático…vivimos jugando”, dijo en entrevista con Ibero 90.9.
Mosaico de Penrose escultor Juan Sandoval, matemático Javier Bracho foto Sala de Matemáticas Universum
La conversación con Bracho además de denotar un carácter cálido y sensible, nos llevó a filosofar sobre los principios que rigen nuestras vidas, desde lo más elemental como la percepción del espacio en un cuarto hasta una super abstracción que puede ser tan ilimitada como el infinito.
“Suponemos que el espacio en el que vivimos es igualito a un cuarto simplemente si lo pongo en un cubito; son muchos cubitos pegados para todos lados, un espacio de tres dimensiones que es igual para todos lados, pero hay otro que es el espacio euclidiano, que es una manera de pensarnos en un universo definido, pero luego llegan nuevas geometrías que nos invitan a hacer geometría en otros espacio” enunció Bracho.
Javier Bracho es autor del libro ¿En qué espacio vivimos? (1987), disponible en el Fondo de Cultura Económica, donde explica la noción moderna de espacio de una manera fantástica jugando con conceptos que navegan por la imaginación del lector a través de distintos escenarios.
Sin los conocimientos que las matemáticas han permitido, el arte como lo concebimos no sería igual o probablemente no podría ser, ya que es a las matemáticas que podemos atribuirle la perspectiva y todo tipo de inteligencia espacial tan importante en técnicas como la fotografía, la pintura o escultura.
Uno de sus proyectos más alucinantes probablemente sea el de los poliedros y politopos que son figuras geométricas que a través del tratamiento visual que Bracho y sus colaboradores les han dado asemejan preciosas esculturas sacadas del rincón más surreal del universo.
“Los poliedros son conjuntos de vértices, aristas y caras con una relación de incidencia y ciertas condiciones de “cómo se deben pegar”. Luego, a un conjunto de estos poliedros que llamamos celdas, los pegamos “como se debe” para generar un politopo; y este proceso se puede repetir o iterar. […]En particular, hemos encontrado maneras novedosas de presentar a las clásicas curvas cónicas como aquello que vemos cuando vemos un círculo, y a demostraciones nuevas de hermosos teoremas viejos.” cuenta el matemático
Fotos cortesía de Javier Bracho Carpizo
El ingreso de Javier Bracho como miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana no solo supone un gran homenaje a sus aportes sino una nueva entrada para que pensadores como él puedan apoyar proyectos que impulsen la educación desde los niveles más básicos hasta lo más actual en investigación.
Escucha la conversación completa aquí:
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