La meca futbolística de Wembley recibió a un mundo revolucionado en todos los sentidos, identificado y rendido ante sus bandas musicales. Cameron Crowe, escritor de la Rolling Stone lo dijó : El rock británico fue factor determinante para lo que vendría años más tarde. En 1966 los Beatles dejaron el primer puesto de las listas por única ocasión, mientras que el entonces bicampeón mundial, Brasil, también cayó por única ocasión, y le daba su espacio a los herederos de aquellos que inventaron y propagaron el fútbol. Irónico, como si las tensiones sociales y políticas no fueran suficientes en ese momento, Alemania e Inglaterra se enfrentaron una vez mas, esta vez en el partido final.
El tiempo reglamentario marcaba un empate a dos, pero Geoffrey Hurst despertó en los testigos los fantasmas de un posible arreglo del torneo, cuando un gol que no era fue y cuando un balón que no entraba, entró. Hurst nuevamente anotó y los ingleses se convirtieron en los terceros locales en conquistar un mundial. "God Save The Gracious Queen".