Por: Edgar Martínez y Aarón Ávila Bajo la premisa de Imagina el Mundo el Hay Festival, tuvo su segunda edición en la ciudad de Querétaro y séptima en México, con réplicas internacionales en ciudades como España, Dinamarca, Colombia, Gales y Perú.
Escritores, músicos, científicos, periodistas, activistas, pensadores y premios Nobel se dieron cita en este evento de talla internacional, fomentando el diálogo entre expertos y el público dando espacio al pensamiento crítico e intercambio de ideas.
El Hay Festival no es el clásico evento donde los invitados son inalcanzables, pues lo mismo podías encontrarte a Joselo (Café Tacvba) que ha Rajendra Pachauri (Premio Nobel de la Paz 2007) o Christophe Galfard (quizá una de las mentes más brillantes de nuestra generación) caminando por las calles de la heroica ciudad queretana.
64 actividades distribuidas en diversos espacios de la ciudad como el Museo y Teatro de la Ciudad, el cine teatro Rosalío Solano o la Galería Libertad por mencionar algunos, el Hay Festival tomó la ciudad del bajío mexicano para convertirse en un oasis de ideas que busca plantar una semilla en la mente de quienes asistieron a este evento.
Personalidades como los escritores: César Aira, Hanif Kureishi, Lionel Shriver, Héctor Abad Faciolince, Nelida Piñón, Paolo Giordano, Guillermo Arriaga, Ignacio Martínez de Pisón. Los Premios Nobel de la Paz: Jody Williams, Rajendra Pachauri. Las activistas: Nadya Tolokno (Pussy Riot), Lydia Cacho. Los pensadores: David Rieff, Enrique Krauze, José Woldenberg. Los periodistas: Jon Lee Anderson, Óscar Martínez, Mark Thompson, Anabel Hernández. Los científicos: Julia Carabias, Maria Teresa Ruiz, Christophe Galfard. Los historiadores: Simon Sebag Montefiore, Andrea Wulf, Norman Ohler y los músicos: James Rhodes, Haydée Milanés, Systema Solar, formaron parte del cartel de este año.
El aquelarre intelectual dio comienzo con una interesante charla a cargo de la Premio Nobel de la Paz Jody Williams.
¿Ustedes qué hacen por hacer de este un mundo mejor?
La premio Nobel de la Paz y activista, Jody Williams (1997), ofreció una amena charla a los cientos de asistentes que se congregaron en las instalaciones del Teatro de la Ciudad del Centro Histórico de Querétaro capital, en el marco de la séptima edición del Hay Festival, celebración multidisciplinaria que alberga una variada gama de actividades relacionadas con la literatura el periodismo y la difusión del conocimiento.
Amable, certera y ácida, la defensora de los derechos humanos se dirigió en un casi perfecto español a su cautiva audiencia; de la mano del editor y escritor mexicano Diego Rabasa, Williams navegó y disertó entre diversos tópicos que expusieron su filosofía de vida y sus inicios dentro de diversas luchas sociales, mismas que la llevaron a hacerse acreedora de tan prestigioso galardón.
Jody Williams se erigió como una voz inconforme, conciencia crítica del american way of life, al que definió como una enfermedad caracterizada por el egocentrismo (”excepcionalismo estadounidense”) y la estúpida creencia de erigirse como policía del mundo y autoridad moral que hace y deshace alrededor del globo. El afán redentor de las administraciones estadounidenses es un cáncer al cual se debe erradicar.
Su larguísima trayectoria dentro del activismo, dotan a Williams de una aura de sabiduría, situación que lejos de imponer se ve matizada por su gran humildad y humanidad.
“No soy una santa por recibir el premio Nobel de la Paz. A veces me dan ganas de pegarle a la gente”, dice en tono jocoso, casi bromista.
“Hombres y mujeres somos iguales, la única diferencia que yo veo es que los hombres orinan de pie”.
Crítica acérrima de la administración Trump, no oculta su animadversión en contra del actual ocupante de la Casa Blanca.
“Me cae tan mal ese señor, a mí me gusta decir groserías, y a Donald Trump le dedico muchas”.
Amena y punzante, Williams tocó temas diversos como el pseudo activismo en redes sociales, la adicción de las nuevas generaciones con el celular y las redes sociales, así como sus azarosos inicios dentro del mundo del activismo, al cual llegó mediante un panfleto recibido en una estación de metro.
La premio Nobel se reconoce como un ser humano atípico, ya que no experimenta miedo ante ningún tipo de situación límite. Jody Williams es pues, una mujer sin miedo que errante va por el mundo luchando por una mejor convivencia entre seres humanos.
Rodeada de niñas y niños se despidió de la audiencia entre aplausos y flashes, dejando una pregunta al aire a los presentes ¿Ustedes que hacen por hacer de este un mundo mejor?.
El encuentro con el Cristo hipster catalán
Un evento multidisciplinario no podía dejar fuera al mundo de las letras, es así que pudimos conversar con Pau Subirós, productor de cine y escritor accidental.
De niños la mayoría de los seres humanos visualizamos una gran variedad de futuros posibles, en el caso de Pau Subirós (Barcelona, 1979), vislumbraba un porvenir como bombero y astronauta, el niño ingenuo (como lo somos todos en la tierna edad) no contempló que devendría en filósofo y antropólogo, no obstante, la vida lo llevó por los intrincados caminos de la producción cinematográfica y, más adelante, por la senda de la escritura.
Pau es un tipo afable, visiblemente cansado por el largo viaje desde el aeropuerto de Madrid. Confiesa que su vuelo duró más de 24 horas, el jetlag es inevitable. No obstante, luce sereno y con una sonrisa imperecedera, su cabello largo termina en una coleta, su barba lo hace parecer un poco mayor, que lo asemeja a un Cristo hipster sin la actitud redentora, Pau es sencillo sin grandes pompas ni poses, un tío multidisciplinario con experiencia en diversos campos del quehacer artístico-cultural.
Sus trabajos más destacados son: como productor trabajó en el filme La plaga (2013) de la directora Neus Ballús, a su vez, y derivado de tal proceso creativo, escribió El productor accidental (Anagrama, 2015).
Pau Subirós llegó a el Hay Festival 2017, a mostrar y platicar sobre su más reciente trabajo documental: La cláusula Balcells (2016), trabajo que explora los recovecos de la vida de una de las agentes literarias y editoras más influyentes dentro de la República de las letras: Carmen Balcells.
Ibero 90.9 tuvo la fortuna de charlar con Pau Subirós, estas son sus impresiones:
https://www.youtube.com/watch?v=Z7anPDSJidY
Del infierno al virtuosismo.
La música como un lenguaje universal, tiene en James Rhodes a uno de los mejores intérpretes de piano del Reino Unido. Rhodes destaca por su impecable ejecución, así como por su atuendo desenfadado, su peinado alborotado, playera, gafas de pasta y su tatuaje de Sergei Rachmaninov en cirílico en su antebrazo no deja duda que bien podría encajar en un Corona Capital y no en una sala de conciertos.
“Soy de Londres y les pido disculpas, soy músico y escritor, mi primer libro instrumental trata sobre la vida, el amor y las enfermedades mentales, en realidad no me considero un escritor fue una casualidad y hoy me encanta”
A los cinco años fue abusado sexualmente por su profesor de boxeo, hecho que comparte en su libro autobiográfico Instrumental: A Memoir of Madness, bestseller que fue llevado a juicio por su ex esposa al considerar que el léxico utilizado en el mismo podría dañar a su hijo por ser demasiado vivido en sus descripciones. Años después ganó el juicio y pudo publicarlo bajo el sello Canongate y Blackie Books.
Un músico clásico atípico, autodidacta podría decirse ya que antes de los 28 años no se había acercado a un piano. James es un interprete que se detiene después de cada pieza que toca para hablar con el público de los motivos que lo han llevado a interpretar dicha pieza, es de una agilidad tremenda que logra conmover e involucrar al publico a lo largo de su presentación, algo que se agradece y le fue notablemente reconocido por los presentes durante el recital ejecutado en el marco de este festival.
Rhodes compartió con el público mexicano sus experiencias pero sobre todo su música.
“Mi segundo libro Toca el Piano surgió de una carta que me envió un piloto mexicano, en el que me decia que despues de leer mi libro había vuelto a tocar el piano, es así que me dedique a escribir un libro que le permita a cualquier persona tocar el piano”
“Es importante hablar sobre cosas que no siempre felices o cómodas pero sí son importantes como el abuso sexual y el suicidio”
“Vengo de dar un concierto en Monterrey donde me enteré que su Gobernador Jaime Rodríguez “El Bronco” decidió que la música clásica no es importante, canceló la única estación cultural pública de Nuevo León, Opus 102 y usar el espacio para fines políticos. No todos cuentan con un smartphone, Spotify o algún otro medio para escuchar música clásica, no cabe duda que el Gobernador es un pendejo”.
De música, punk y literatura
Música y literatura se fusionan con la presencia del hijo pródigo de "Guanatos" Antonio Ortuño, fanático del movimiento punk, pero compositor de versos.
Antonio Ortuño (Jalisco, 1976) es un escritor atípico dentro del ambiente literario nacional, desdeña las relaciones con el poder cultural, no tiene pelos en la lengua y es sumamente jocoso, ácido y mordaz. “Escritor opositor a casi todas las causas”, es como (brevemente) se define.
La prestigiosa revista Granta lo incluyó entre los 22 mejores narradores jóvenes en español; recientemente, fue galardonado con el Premio Ribera del Duero (galardón acreedor a 50.000 euros) por su novela La vaga ambición (Páginas de espuma, 2017). Su carrera literaria abarca el cuento, la novela, el ensayo, artículo de opinión y el manejo y gestión de sus redes sociales donde destila humor negro, mala leche y un punto de vista muy crítico. Entre sus más de diez trabajos destacan: Recursos humanos, La fila India, Agua corriente, El jardín japonés, Méjico, entre muchas otras.
Ibero 90.9 sostuvo una intensa e interesante charla con el oriundo de Zapopan en el marco del Hay Festival, Querétaro, 2017; el pretexto fue la edición definitiva de su primera novela El buscador de cabezas (2006), sin tanta faramalla aquí dejamos sus impresiones:
https://www.youtube.com/watch?v=etMmzPmE12U&t=621s
"Hay lecturas que exigen mucha atención del lector quizás la más demandante es Finnegans Wake, y de ahi vas para abajo, por ejemplo en el otro extremo tenemos toda la literatura de la especie de Paulo Coelho que no exige nada, básicamente es como ver la televisión". Emiliano Monge
Emiliano Monge (1978) es escritor y politólogo, autor de Arrastrar esa sombra (Sexto Piso, 2009); de novelas como Morirse de memoria (Sexto Piso, 2009): El cielo árido (Mondadori, 2012): Las Tierras arrasadas (Literatura Random House, 2015) y su libro de cuentos La superficie más honda (Penguin Random House, 2017).
Autor que destaca por su estilo hasta cierto punto misterioso, narrador elegante que envuelve con sus palabras incitando a devorar sus libros una y otra vez, atrapando al lector desde la primera línea. El abuso de poder, el desamor, la miseria entre otras calamidades forman parte recurrente de sus escritos.
"Sigo sin entender cómo es que no volteamos a este país buscando a los 43 de Ayotzinapa, como es que no sacamos al gobierno y no, nos preguntamos quienes son todas esas personas que han encontrado en fosas clandestinas".
Activo defensor de la vida y los derechos humanos, Monge es un mexicano que conoce a esta país desde sus entrañas, crítico, certero, sin pelos en la lengua como comúnmente se dice, que deja la pose para alguien otro momento y comparte su intelecto con la gente.
Durante la más reciente edición del Hay Festival, Monge participó en un par de actividades entre ellas destaca su conversatorio dedicado a la participación ciudadana indígena en México, en conjunto con Hermann Bellinghausen, así como su charla literaria titulada Manifiestos con Eduardo Rabasa y Elena Raygadas.
Notablemente fatigado (seguramente debido al largo traslado) pero lleno de ánimo, Monge conversó con Ibero 90.9 acerca de su vida y obra: