Horror a quien horror merece: Cronenberg y Fawcett en el GIFF 2017

Este 2017 se celebran 20 años de uno de los festivales de cine más reconocidos de nuestro país: el Guanajuato International Film Festival (GIFF). El cual se lleva a cabo del 21 al 30 de julio y cuenta con dos sedes: la primera, por tres días, en San Miguel de Allende (SMA), para después mudarse el resto de los días a la capital del estado, Guanajuato. Lo que distingue a este festival es el talento emergente que se presenta a lo largo de los nueve días, donde además a las debidas proyecciones se le suman talleres, conferencias y conciertos gratuitos. Cada año este evento cuenta con un país de honor invitado, el de esta edición fue Canadá, quien está sorprendiendo con las presentaciones de sus proyectos y los homenajes a sus renombrados cineastas.

Se realizó una curaduría especial para seleccionar lo mejor del cine del mencionado país. Las proyecciones abarcan largometrajes, documentales, cortos y co-producciones entre México y el país invitado.

Parte de esas selecciones tuvieron proyecciones especiales en locaciones acorde a sus temas; tal es el caso de uno de los programas resucitados para esta edición, uno de los consentidos: Cine entre Muertos. Este programa se llevó a cabo en dos sedes, primero en el Panteón Municipal de SMA (22 - 23/07) y después en el panteón de Guanajuato (29 - 30/07), donde en punto de las 11 PM, los valientes asistentes pudieron disfrutar de una terrorífica doble función a cargo de dos de los directores canadienses especialistas en el género: un clásico consolidado: David Cronenberg, y alguien que promete seguir sus sangrientos pasos, John Fawcett. Del primero se proyectó The Brood (1979), y del segundo, Ginger Snaps (2000).

David Cronenberg, como los grandes, ha logrado hacer de su nombre un adjetivo. Algo “cronenberiano” es algo grotesco, con corporalidades mutantes, deformes. Cronenberg iniciador del body horror ha dedicado su cine a explorar cómo las modificaciones genéticas alteran la conciencia humana. Películas como Rabid (1977), Scanners (1981), Shivers (1975), la proyectada The Brood y The Fly (1986), muestran el interés del cineasta por el cuerpo. Sin embargo, el cine de Cronenberg va más allá de mutaciones grotescas, las deformidades con las que juega el canadiense escrutinan los temores y las pasiones humanas, poniendo en jaque los límites de la condición social del hombre y resaltando la importancia del cuerpo en el desenvolvimiento social de cualquier sujeto.

Más allá de la importancia que tiene la corporalidad, Cronenberg ronda los secretos que hay entre la vida pública y la privada. De ahí que también realice filmes psicoanalíticos que analicen anomalías psicológicas y no solo fisiológicas, como es el caso de Dead Ringers y de A Dangerous Method (2011).

Una película que entrelaza muy afortunadamente las alteraciones fisiológicas con las psicológicas es justamente The Brood. “Now comes a major motion picture event that will take you far beyond anything ever filmed before. You are about to journey beyond fear, beyond terror, beyond the boundaries of your mind, in a film so terrifying, it will devastate you totally”, advierte Cronenberg en el inicio de la película, antes de dar comienzo a un filme que mezcla la ciencia ficción con el horror. La cinta narra la historia del Dr. Hal Reglan (Oliver Reed), un psiquiatra que genera una extraña nueva terapia que busca ayudar a pacientes con desórdenes mentales a través de la somatización de sus padecimientos. Sin embargo, Reglan no imagina lo que está a punto de desatar cuando pone en práctica su terapia con Nola (Sammantha Eggar), una extraña paciente con muchas pasiones y miedos reprimidos.

https://www.youtube.com/watch?v=iSfZunKpRVM

Por su parte, John Fawcett, director, escritor y productor canadiense, inició su carrera en el cine con la filmación de The Boys Club en 1997. Posteriormente, en 2005 lanzó su filme de horror The Dark, basado en la novela Sheep de Simon Maginn. A la par ha trabajado asiduamente en televisión. Ha dirigido capítulos de series como Da Vinci's Inquest, Lost Girl, Queer as Folk, Blade: The Series y Being Erica.

Ginger Snaps, su película más conocida, es un filme de horror presentado por primera vez en el Munich Fantasy Filmfest en el 2000. Al año siguiente, The International Horror Guild la reconoció como mejor película. Málaga International Week of Fantastic Cinema también la premió como mejor película, mejores efectos especiales y mejor actriz (Emily Perkins). El Toronto International Film Festival le otorgó una condecoración especial del jurado. Sumado a esto, un dato curioso es que Ginger Snaps ganó el primer Saturn Award por mejor DVD en 2002 por parte de la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films, USA.

Ginger Snaps, la cinta de Fawcett proyectada, nos narra la trágica vida de dos hermanas adolescentes en un pequeño y pacífico pueblo de Ontario, donde una misteriosa criatura muerde a una de ellas (Ginger), lo que provocará su lenta transformación en un licantrópico ser, mientras la otra intenta desesperadamente ayudarla.

https://www.youtube.com/watch?v=Zoa1A987A_k&spfreload=5

El filme en su momento fue un fracaso en taquilla y considerado una bazofia, pero con el tiempo se ganó su lugar en el llamado nuevo cine de horror canadiense, y ahora es considerada de culto. La película recuerda al cine de terror estudiantil pero sin los clichés de puertas que se azotan o personas asesinadas mientras mantienen relaciones sexuales. Fawcett realiza una particular, satírica y violenta analogía que compara la transformación monstruosa de la adolescente con el cambio hormonal en su juventud, Fawcett alude a aquel cambio que convierte a las niñas en mujeres. Otra de sus gracias es parecer una película de bajo presupuesto, casi de serie B, lo que le da un toque kitsch muy pintoresco.

Si quieren apreciar más del trabajo de Fawcett, actualmente co-produce y dirige la serie de Netflix Orphan Black.

El GIFF se ha caracterizado por ser una plataforma que promueve nuevos talentos y proyectos emergentes; sin embargo, no podemos olvidar que detrás de cada aprendiz y de cada novedosa propuesta, hay un viejo maestro. Cronenberg lo fue de Fawcett y seguramente aquel lo será de alguien más. Solo nos queda homenajear a estos grandes artistas disfrutando y aprendiendo de su cine. Horror a quien horror merece.

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