“¿Qué es lo que los actores realmente quieren? ¿Ser grandes actores? Sí, pero no se puede comprar el talento, así que es mejor quitar la palabra grande. Yo creo que ser creíbles en pantalla o en el escenario, esa es la esperanza que todos los actores comparten”. Escribió Gene Wilder en su memoir Kiss Me Like a Stranger: My Search for Love and Art (2005).
La credibilidad era la base de su trabajo. Wilder era capaz de evocar tantas emociones en la audiencia como los personajes que interpretó. Con una forma sutil y natural de hacer comedia, evocaba sonrisas sin tener que forzarlas.
La prioridad era el realismo, la risa aparecía como consecuencia. “Soy un actor, no un payaso” solía decir.
Nació con el nombre de Jerome Silberman en Milwaukee, el 11 de junio de 1933. Hijo de inmigrantes rusos, su amor por la actuación lo llevó a adoptar el nombre Gene WIlder. Gene por Eugene Gant, personaje principal de la obra Look Homeward, Angel (1929) de Thomas Wolfe, y Wilder por el escritor teatral Thornton Wilder.
Su influencia cómica proviene de actores clásicos de Hollywood, tales como el legendario Charlie Chaplin. Su película City Lights (1931) causó un efecto muy fuerte en Wilder. “Era divertida, era triste, después era ambas al mismo tiempo”.
Los inicios de su carrera no ocurrieron frente a las cámaras, sino sobre el escenario. Las obras del pequeño teatro comunitario se transformaron en grandes producciones de Broadway.
Su interpretación de capellán en la puesta en escena de Bertolt Brecht Mother Courage and Her Children en 1963 lo llevó a conocer a su futuro colaborador: Mel Brooks.
El resultado de esta nueva relación se materializó en la producción de tres películas: The Producers (1964), Blazing Saddles (1974) y Young Frankenstein (1974). De las cuales Wilder obtuvo la nominación al premio de la academia por mejor actor de reparto en The Producers, y mejor guión adaptado por Young Frankenstein.
Uno de sus personajes más recordados fue el de un excéntrico chocolatero en Willy Wonka & the Chocolate Factory (1971). Originalmente fue un fracaso en taquilla, pero su humor y escenas oscuras fueron el material para convertirse en un clásico del cine. Un año después, interpretó a un doctor que se enamora de una oveja en Everything You Wanted to Know About Sex but Were Afraid to Ask de Woody Allen.
Aunque su prioridad era la interpretación actoral, el talento de Wilder era multidisciplinario. A lo largo de su carrera escribió y dirigió cuatro películas en las cuales también interpretó a los personajes principales. La razón para dirigir era, según sus palabras, “para proteger lo que escribí, lo cual realicé para poder actuar”.
Las palabras impresas en los guiones se trasladaron al papel suave de las novelas. En los últimos años de su vida, Gene Wilder fue la mente detrás de cuatro piezas literarias: My French Whore (2007), The Woman Who Wouldn’t (2008), Something to Remember You By (2013) y la recolección de historias What is This Thing Called Love (2010).
El 29 de agosto de 2016, Hollywood y el mundo perdieron una estrella. Su luz, inmortalizada en la pantalla, ahora brilla desde lo alto del firmamento. Como lo hacía el joven Frankenstein, Gene brindó vida a personajes que provocaron sonrisas en un público que recuerda y recordará a una de las personalidades más entrañables del cine.