Nosotros flotamos con Crumb en el Hipnosis ¿Y tú?
En su nueva edición el Hipnosis 2019 se rifó trayendo por primera vez a México a la mayoría de los actos de su cartel 2019. Algunos de ellos longevos como Fu Manchu y Stereolab —quienes además regresaron a los escenarios este año después de una larga ausencia—, otros maestros de su instrumento como el buen Les Claypool y Sean Lennon en The Claypool Lennon Delirium y los Kikagaku Moyo, pero además de deleitarnos con una curaduría excelsa de leyendas, nos trajeron también jóvenes promesas que estuvieron a la altura del resto de los actos del festival.
Uno de ellos fue Crumb, banda imparable conformada por cuatro amigos de Nueva York. Cuando uno piensa en NYC lo primero que se vienen a la mente es el famoso dicho de “la ciudad que nunca duerme” y los Crumb tienen ese lema impregnado en la piel que se suma a la energía de su juventud.
Desde el lanzamiento de su EP debut del 2016, su talento los ha llevado a una aventura imparable que además les ha dado la oportunidad de convertirse en músicos de tiempo completo. Los Crumb han estado de gira por poco más de dos años sin un solo descanso, lanzando su debut Jinx en medio de todas las aventuras que pueden vivirse durante un tour mundial, y la verdad es que parece que no tienen intención alguna de frenar el tren que los ha llevado al éxito que tienen hoy.
Su presentación en el festival Hipnosis significó su primera presentación en México y llegar a un festival temprano siempre trae su recompensa porque además de tener una energía super inocente y amigable sobre el escenario, decidieron estrenar tres canciones totalmente nuevas durante la hora de su show. Más adelante, durante la transmisión especial de Ibero 90.9, tuvimos la oportunidad de platicar con ellos y nos cuentan que tienen mucha más música pero que aprovechan sus presentaciones en vivo para probar algunas canciones, ver como fluyen entre ellos y más importante, cómo responde su público.
Fly…
Los Crumb como banda se escuchan súper amarrados en vivo. Su sinergia transmite una vibra amigable, cómoda, de bienestar y de cómo ellos están disfrutando el show tanto como nosotros. Pareciera que están reunidos en una sala de ensayo disfrutando de su compañía mientras componen nueva música pero en realidad están rockeando sobre un escenario. Supongo que después de tocar una y otra vez sin un solo descanso hace que el show se vaya perfeccionando solo, pero sinceramente demuestran que su coolness no requiere del más mínimo esfuerzo.
Son cuatro amigos disfrutando de su juventud, de sus sueños y su música. Son Crumb.
Por un momento todos nos encontrábamos flotando, como los mismísimos globos que decoraban el escenario y el ambiente se sentía tan apaciguado que hasta el sol decidió aparecer y calentarnos unos minutitos por única vez en todo el festival. Seguramente no será la última vez que veamos a Crumb en México. Y menos con nuevo material en camino. Por ahora, guardemos nuestro recuerdo del Hipnosis en el corazón.