Por Mariana Tames

El rap es conocido por ser el género que le da oídos al ghetto. Le da voz a los no escuchados. No discrimina. Descubrió el poder del micrófono y la capacidad que tiene para bombardear realidades y verdades que incomodan. Este año el Festival Marvin, le prestará sus escenarios a nuevas promesas del rap para demostrar que no se trata de su lugar de procedencia sino de las rimas que entregan.

Tino el Pingüino

De 24 años y con raíces puramente chilangas, Tino el Pingüino parece un chico común y corriente, pero las apariencias constantemente engañan. Abre la boca y las cosas cambian drásticamente. De común no tiene nada y si de corriente se trata, sólo y exclusivamente lo es si se habla en sentido metafórico, porque con su hip hop, su flow y sus letras que encajan como piezas de tetris; la música fluye como corriente que se desliza acariciando las rocas del río. Tino da la sensación de surgir de manera natural, que el hip hop lo lleva bordado en la sangre.

La sinceridad es su especialidad, ya que en temas como “El Carisma No Se Lleva En La Cartera” y “Testarudo y al Rescate” se burla de la sociedad. El pingüino chilango enfriará, los escenarios del Festival Marvin, para que sus palabras salgan sin censura.

Boogat

Para Boogat el motor de El Dorado Sunset (Maisonnette, 2013), cuarto álbum pero su ópera prima en español, es impulsado por el amor, las mujeres, la vida nocturna y las identidades. Su origen multicultural, lo hizo construir una propia identidad. No defiende ninguna cultura pero sabe rapear y al mismo tiempo es proveedor de la realidad. En su sencillo “La Cumbia de las Luchas”, cuenta la historia de Juan, un campesino pobre que pasó de ser un mojado a un soldado americano:

“En mi pueblo, ya no cabe la raza,

la tierra se agotó y ya no se puede hacer masa,

así que a pata pa´gringolandia."

Boogat se pone un poncho y adorna su bicicleta al estilo trajineras, para sacar su lado romántico y conquistar esa parte del motor que le da turbo a su vida: la mujer.

Mike Díaz

Mike Díaz tiene una identidad proveniente de Quetzalcóatl, es el “Vocero y el reportero del Ghetto”. Sus palabras salen sin cesar, sólo necesita unos segundos para expresar lo que siente y cada quien que a su gusto lo interprete. Él vino para quedarse; correr la voz es su visión y misión.

Él mismo se presenta en su sencillo “El Solicitante”.