Amoeba Music (una tienda musical y fílmica en varios estados de EUA) tiene una serie de videos donde músicos y artistas eligen las cosas que gusten llevarse de la tienda. Cornelius, participante en una edición de esta serie, visitó la sucursal en Los Ángeles y eligió en su mayoría soundtracks. Esto no es descabellado, Keigo Oyamada es un músico apegado completamente a la cultura popular, al cine y a la conjunción entre imágenes y sonido.

A pesar de eso, la suposición sí fue algo descabellada: “Simplemente pasó porque no tenía mucho tiempo para hacer la selección. Me gusta todo tipo de música, pero encontré una sección grande de bandas sonoras así que por eso elegí tantos soundtracks. Amoeba music es enorme”, dice Cornelius entre risas. A través de un traductor se logran entender sus palabras del japonés (Oyamada no habla inglés o español) y se distinguen unas sonrisas ingenuas.

Keigo Oyamada es conocido por su mezcla de jazz, lounge, funk y hip hop, la cual sólo pudo ser hecha por una batidora japonesa del distrito de Shibuya. El sonido de Cornelius es único e inclasificable. A pesar de esto, también es un fenómeno mundial, al grado que hace casi 10 años estaba confirmado para tocar en la ciudad de México, pero circunstancias de salubridad lo impidieron: “Sí, desafortunadamente la vez pasada gracias a la influenza porcina [H1N1] no pudimos asistir de último minuto. Estábamos bastante molestos de no poder ir, así que hicimos un pequeño show-de-cancelación en Tokyo en memoria de nuestra visita a México y regalamos tequila gratis durante el concierto”.

A través de la conversación se nota a Oyamada como una persona interesada en varias temáticas alrededor del sonido. Me platica que nunca ha venido a Latinoamérica, lo cual es muy curioso pues su música está llena de sonidos latinos; es amigo desde el lanzamiento de Fantasma (1997) de Camilo Lara (con quien colaboró en el disco de Compass) y no tiene problemas produciendo para un soundtrack o su proyecto solista. Aunque eso explica un poco la pausa entre discos (11 años): “Estuve trabajando en [el disco nuevo] entre proyectos, poquito a poquito. Hacia el final del año pasado fui capaz de enfocarme en lo que era más difícil: hacer el tiempo de trabajar y terminar el disco”.

La diferencia entre trabajar para él mismo, o para un soundtrack, no es exactamente un desafío para él, más bien es una cuestión de carácter y requerimientos: “La diferencia más grande de trabajar en Ghost in the Shell o con Yoko Ono es que usualmente ellos ya tienen un tema o concepto para la historia, así que hago música de acuerdo a esa línea. Por otra parte, para un proyecto solista yo tengo que hacer el tema principal, entonces tengo mis propios límites sobre lo que puedo hacer, y lo hago de acuerdo a lo que pienso. Pensar el tema es la diferencia más grande, porque al grabar es en realidad muy similar”.

Lo cual me lleva a preguntar, ¿Cuál es el tema del nuevo disco llamado Mellow Waves? Esta fue la respuesta: “Llevaba grabando muchos tracks con varios otros proyectos, y algunas de estas son canciones de éstos. La conexión que sentía con estas canciones son que eran melosas [mellow] y onduladas [wavy], entonces de ahí salió el título. Al mismo tiempo, tengo 49 años, estoy haciéndome más grande y tanto mi visión como ánimo en estos tiempos es muy similar a esos temas”.

Cornelius se hace más grande pero no por eso menos talentoso o más repetitivo. Cada lanzamiento es una pieza artesanal de pop electrónico y terso. Por si eso fuera poco, sus presentaciones en vivo son legendarias, con un sumo cuidado a la conjunción de visuales y música ejecutada. Estos conciertos, se rumoraba, tomaban 6 horas de pura preparación y supervisión. Al preguntarle si esto continuaría en México, respondió lo siguiente entre risas: “¡Por supuesto que sí!”

Afortunadamente, hay cosas que simplemente no cambian con Cornelius.