Entrevistamos a Priscila González (Quiero Club) y Quique Rangel (Café Tacvba), quienes con su proyecto Presidente estrenan el videoclip "Habitación 140" –una historia de relaciones conflictivas y agentes secretos– dirigido por el cineasta José Manuel Cravioto (Mexican Gangster, Sr. Ávila). Cuéntenos un poco del video de “Habitación 140”.
Priscila: Es nuestro segundo sencillo del EP La Gran Magia. Con el tema de la canción se nos ocurría que tenía que ser una especie de pelea. No sabíamos bien cómo aterrizar la idea y a Quique se le ocurrió invitar a José Manuel Cravioto y nos sentamos con él a desarrollar la historia.
Quique: José escribió el guión basándose en las ideas que ya le habíamos propuesto: una competencia en donde los dos personajes tenían que ser interpretados por nosotros. Él fue quien trajo la idea de hacer una historia de agentes secretos.
Quique, algo que me llamó la atención es que tu personaje tenga un ojo en blanco y tu secuaz use un parche en el ojo ¿hay alguna razón de fondo?
Q: (Risas) Como hemos visto a lo largo de muchas películas de James Bond, hay ciertas características en algunos personajes que nos permiten adivinar cuáles son sus verdaderas intenciones.
Por cierto, en este mood detectivesco ¿ya vieron Spectre?
P: No, todavía no. Pero al lado de otras que hay ahorita, prefiero ver otras. Prefiero ver la de La Cumbre Escarlata que la del 007. (Q: Definitivamente) Creo que visualmente está muy impactante.
Pero indudablemente en “Habitación 140” hay una femme fatale.
P: (Risas)...Pero soy otra especie de femme fatale. Fíjate que yo no había hecho nada de actuación pero me gustó mucho la experiencia. Creo que lo hice bien (risas).
Tuviste el coach de Irene Azuela y Johanna Murillo, dos talentosas actrices que también participan en este videoclip.
P: Sí, estuvo muy divertido verlas en escena y dices “ah, órale” (risas).
¿Y el aspecto actoral los puede alimentar en lo suyo, la música?
Q: Creo que la forma en que se relacionan estos dos mundos es que mucha de nuestra creación tiene referentes visuales. A mí me sucede eso: veo un escenario en donde hay diferentes planos, y hay espacios de ese escenario que necesitan estar vacíos y otros donde necesitas un telón de fondo o un personaje que puede ser un instrumento. Es así como yo creo que se debe ir armando el arreglo de una canción y creo que en el caso de este proyecto, Presidente, eso nos dio pautas para llegar a diferentes momentos y espacios sonoros.
El proyecto empezó contigo Pris, tú escribiste las canciones. ¿Qué nos puedes platicar de “Habitación 140”?
P: Es una especie de mezcla sobre una relación conflictiva con una persona y una metáfora como país también. El conflicto entre México y Estados Unidos.
Eso último jamás lo hubiera pensando. Hablando de países y gobiernos, ¿cómo va el sexenio de este Presidente?
P: (Risas) No prometimos muchas cosas…
Q: Nosotros hemos estado cumpliendo con lo poco que prometimos. Espero que la agenda del verdadero presidente no esté tan dividida como es la de un miembro de Quiero Club y un miembro de Café Tacvba. Hemos tocado menos de diez veces en nuestra historia. La primera tocada fue en el Vive Latino de este año y la más reciente fue en el Festival Coordenada, donde nos fue increíble.
¿Qué opinión tienen de lo que algunos llaman “festivalitis”?, que si bien hay muchos, la calidad es muy cuestionada.
Q: Que en el día vas administrandote para ver tal o cual grupo que te gusta, o no te gusta pero quieres darles una oportunidad... ¿Qué tanto un festival genera público para los grupos? Yo tengo mis dudas. Me gustaría pensar que sí, que en efecto, es una gran plataforma y que de ahí el público va a tener oportunidad de seguir a los grupos.
P: Como espectador, yo creo que siempre te llevas algo más. Siempre tienes un objetivo en un festival. Siempre acabas con algo que no esperabas. Vas y ves a un grupo que pensabas que no te gustaba y termina gustándote.
Q: O al revés, a veces escuchas una banda que tenías muchas expectativas, y los ves en el escenario, y te decepcionan, no resultan ser lo que tú pensabas.
Es que una cosa es grabar un disco en el estudio, y otra enfrentarse al monstruo del público. ¿Cómo les ha ido a ustedes?
P: Súper bien. La gente sí nos pone atención cuando van a vernos, sobre todo que nuestra música es algo como más calmado. Hablando de festivales, siempre tocamos temprano y creo que es un buen momento, porque la gente tiene más concentración.
Están en sus cinco sentidos...
Q: Sí, pues a esas horas el público todavía no se ha metido nada (risas).
A ustedes como artistas ¿les afecta todos estos cambios que hay en la industria musical?
P: Yo creo que si no te adaptas, sí te afectan. Tienes que estar viendo cómo cambia tu alrededor y subirte porque si no, yo creo que hasta ahí fue donde llegaste.
Q: A mí me cuesta mucho trabajo aprender cómo es que se va transformando la industria musical, porque de alguna manera, el público que ahora acude a las presentaciones, entre 15 a 25 años, pues solamente ha tenido que descargar música y no le ha tocado el perderse en una tienda de discos, descubrir portadas o tratar de encontrar información respecto a cierto grupo.
Pero no quiero pensar que el pasado siempre fue mejor. Antes muchos decían que un grupo si no tenía raíces de blues, no valía la pena. Pensar así habla más de tu edad que de la calidad de tu música (risas P). Yo no quiero que mi edad hable, yo quiero que hable la calidad de mi música. Y para que exista una conexión con el público, no quiero que la falta de interés por las nuevas tecnologías se convierta en un obstáculo.
Pris, ¿cómo ves a Quique? ¿como tu compadre o como tu maestro?
P: Como todo. La verdad que he aprendido bastante de él. Sigo teniendo mañas que no se me quitan obviamente (risas de Q). No es que Quique vaya a cambiar mi manera de ver la música, pero creo que tenemos una manera muy similar de apreciarla. El por qué hacemos música, son muy parecidas las razones que tiene él con las razones que tengo yo.
Y ¿cuáles son esas razones para hacer música?
P: La creatividad...es difícil ponerlo en palabras...
Q: Lo que nos queda claro, es que no es la fama ni la atención pública.
P: ...La libertad. De repente nos dicen que nuestro proyecto es una cosa muy rara, entonces llegamos a la conclusión de que si nos podrían decir diez razones por las que Quique y yo no deberíamos tener un grupo, esas mismas serían las razones para tener un grupo (risas Q). Y no es por ser contreras, pero la música no tiene prejuicios, su lenguaje es universal, no se requiere tener el mismo nivel técnico entre un integrante y otro: hay mucha libertad en esto que hacemos.
Q: Hay ciertas reglas no escritas que tienen que ver con la convivencia que hemos tenido y talentos y capacidades que compartimos. En este proyecto de Presidente pues estamos inventándolo desde cero, y yo me he encontrado con ciertas visiones y esquemas que se me derrumban a la hora de trabajar con Priscila, que me hacen pensar que nuestra música nos va a hacer llegar a otro lugar que no tenía ni idea, y esa es parte de la razón por la que estamos juntos.
Explorar lugares que no conoces…
Q: Precisamente. Eso me sigue sucediendo con mis compañeros de Café Tacvba después de 26 años. Me gusta descubrir que con otras personas puedes llegar a eso, pero tiene que ser con alguien especial como Priscila para poder lograrlo.
¿Cuál es el siguiente paso?
P: Estamos empezando a trabajar en canciones nuevas. Yo creo que el resultado va a ser distinto. No sabemos exactamente cómo, pero lo estamos trabajando con la conciencia de que ahora somos mitad y mitad, siempre. Por lo mientras, esperen en diciembre una tocada más de Presidente en el D.F.