Elbow en México, la pérdida como inicio...

Elbow en México, la pérdida como inicio...

Elbow en su presentación del Plaza Condesa el pasado jueves 16 de enero.  Fotos: David Segundo / Ibero 90.9.

Elbow en su presentación del Plaza Condesa el pasado jueves 16 de enero.
Fotos: David Segundo / Ibero 90.9.

Cuando una banda de más culto que popularidad da un concierto en un lugar no acostumbrado a recibirle, deja un halo de satisfacción innegable en las personas que suelen ser fieles a su sonido.

Este es el caso de Elbow, banda británica que se presentó la noche de este jueves 16 de enero en el Plaza Condesa de la CDMX. Esta fue la segunda actuación que hizo en suelo mexicano, después de su debut ante este público en la edición 2017 del Corona Capital. Para esta segunda ocasión, lo hicieron con la promoción de Giants of All Sizes, producción 2019 de los de Bury, Manchester y con la que iniciaron la gira que los llevará por Norteamérica, Holanda, Bruselas e Irlanda, antes de regresar a sus tierras a fines de marzo.

Jesca Hoop en el Plaza Condesa.jpg

Antes de desdoblar una cantidad de incontables halagos hacia lo vivido en este concierto, hay que reconocer que la entrada no fue lo más satisfactoria. La convocatoria no fue la esperada y, tristemente, al inicio se notó esta ausencia. El acto de apertura fue Jesca Hoop, cantante y compositora de estilo blues y folk pop —una de las consentidas en el programa de radio Morntºing Becomes Eclectic del legendario Nic Harcourt— y fue una presentación sencilla, pero muy estética. Lamentablemente, la asistencia estuvo a menos de la mitad y despidió a la norteamericana con tenue aplauso.

Para el instante en el que aparecieron los de Bury, Manchester, lo hicieron con Jesca en los coros y abrieron de manera contundente con la primera al orden en su último álbum Dexter & Sinister; la intensidad, la conexión con un jazz perfectamente coordinado y los elegantes coros de Hoop hicieron que el arranque del show diera inicio a una espectacular noche. Continuaron con “Fly Boy / Lunette” y concluyeron la triada de arranque con “Mirrorball”, del álbum ganador al Mercury Music Prize en 2008, The Seldom Seen Kid.

Durante las dos horas que caracterizaron esta velada, lo mismo nos íbamos desde los momentos más conmovedores hasta poderosos riffs, que guiados por el carisma de Guy Garvey, concluyeron por redondear una emocional presentación. Además de su vocalista, el escenario estaba completamente ocupado por dos violinistas, el talento en varias facetas del bajista Pete Turner y las perfectas ejecuciones en guitarra y percusiones de los hermanos Mark y Craig Potter, una segunda batería para complementar el característico sonido orquestal en el grupo y un piano, que hizo parecer al escenario chico. Aunque lleno de sonido y un trabajo de consola absolutamente brillante que reiteró la extraordinaria reputación de calidad sonora por parte de venue.

Una de las razones por las que este concierto fue especial es la entrega con la que el conjunto se refirió al público. La atmósfera en El Plaza suele hacer íntimos los shows, pero lo de ayer era una sensación de camaradería generalizada,
casi como si se tratara de una cena de Navidad a mediados de enero.

Esto se hizo evidente desde la segunda canción, cuando Garvey sacó una hoja con un texto en español para agradecer al público por asistir a la presentación. Otro momento especial fue el momento en el que trataron de ejecutar “Magnificent (She Says)”, en la cual se equivocaron y decidieron reintentar para que sonara como la tenían pensada desde un inicio, o cual generó sonrisas y agradecimiento por parte de un público que acompañó la experiencia con gran ánimo. Finalmente, el momento en el que Guy compartió la anécdota sobre cómo a veces las pérdidas “no son tanto un final como un inicio (sic)” —refiriéndose a la pérdida de su padre y al nacimiento de su hijo—, generó una sensación de empatía y cariño que sólo se pudo rematar con el sonido de “Weightless”… uno de lo momentos inolvidables de la noche.

Tras tocar una de sus favoritas, la enérgica “Grounds for Divorce” e irse al encore, el grupo retomó el ambiente conmovedor para realizar la ejecución en vivo de “Lippy Kids”. Cerraron este gran concierto con “One Day Like This” en una versión extendida, donde los coros característicos de la canción hicieron equipo con los de un público entregado a la banda y que solo coronaron una noche perfecta.

El grupo, agradecido por lo vivido en el escenario, señaló su intención por volver pronto y reencontrarse con el público que le dio tan cálida recepción por segunda ocasión en su carrera.

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