[dropcap]F[/dropcap]orjado en un hogar cálido, Stephen
creció con el deporte como obsesión. Su padre Dell jugó 16 años en la NBA, de los cuales 10 fueron enfundado en la elástica de los Hornets. Su madre Sonya comandó el equipo femenino de volleyball de Virginia Tech. "Esperen a ver a Steph Curry. Es especial", fueron las palabras de su primer coach en Davidson, Bob McKillop, durante un discurso a egresados de la institución. Eso fue en 2007, el año en que LeBron James llegó a su primera final de la NBA, contra los Spurs; el año en que la promesa se convirtió en realidad y luego en calamidad, cuando un LeBron cabizbajo vio cómo Parker y Popovich le arrebatan la gloria.
creció con el deporte como obsesión. Su padre Dell jugó 16 años en la NBA, de los cuales 10 fueron enfundado en la elástica de los Hornets. Su madre Sonya comandó el equipo femenino de volleyball de Virginia Tech. "Esperen a ver a Steph Curry. Es especial", fueron las palabras de su primer coach en Davidson, Bob McKillop, durante un discurso a egresados de la institución. Eso fue en 2007, el año en que LeBron James llegó a su primera final de la NBA, contra los Spurs; el año en que la promesa se convirtió en realidad y luego en calamidad, cuando un LeBron cabizbajo vio cómo Parker y Popovich le arrebatan la gloria.
Siete años después, Stephen Curry es el mejor jugador de la liga y LeBron James ya es 'The King'.
El Rey y el Príncipe. Warriors y Cavs disputarán una final inédita, apasionante. El basquetbol potente, triturador, riguroso y a ratos fantasioso de los Cavs, contra el basquetbol torrencial, tempestuoso, huracanado de los Warriors. Los pergaminos apuntan a la paridad; dos partidos, con una victoria por bando (de local) durante la temporada regular: 112-94 Warriors, 99-110 Cavs. Un análisis somero arrojaría que la condición de local definirá todo, pero el basquetbol es un juego mucho más complejo: la potencia en el poste bajo de Cleveland, la omnipresencia de LeBron James, la incursión de JR Smith como bala de repuesto, el comodín táctico que es Bogut, la fantasía de Curry, la habilidad en la llave de Barnes. Y un largo etcétera.
Será la primera final entre dos entrenadores novatos en la historia de la NBA.
David Blatt llegó a la NBA tras una exitosa etapa como entrenador en el basquetbol europeo, se consagró campeón de Europa con el Maccabi Tel Aviv y llevó a la selección rusa a la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres. El retorno de LeBron a Cleveland motivó suspicacias: no está acostumbrado a lidiar con megaestrellas. El mérito de Blatt ha sido integrar a James a su sistema al liberarlo y otorgarle facultades de base y alero. Los playoffs actuales han visto al mejor LeBron de los últimos dos años, un LeBron menos incendiario e histriónico, incluso cercano a su imperturbable entrenador. Steve Kerr, en cambio, el prodigio. Retirado en 2003, Kerr fue el francotirador de los gloriosos Bulls de Jordan. Un base de bajo perfil, brutal sobriedad, y puntería asesina. Llegó al banquillo de Golden State sin experiencia alguna en el cargo, ni siquiera como asistente. Su vida post-deporte había transcurrido en los platós y detrás de las cámaras y los micrófonos y los despachos gerenciales de los Suns.
Y sobre todas las cosas, el duelo entre los dos mejores basquetbolistas del mundo. Curry por la primera; LeBron por la tercera. Cavs por la primera; Warriors por la cuarta. ¿Es la NBA el mayor espectáculo sobre la tierra? Eso está por verse.
Lalo López
@Fmercu9
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