Eartheater galopa la cresta musical de vanguardia
Fotos: Samara Salinas
Hay una tendencia muy marcada en el panorama actual, que es la de música pop que comienza relegada a los rincones más oscuros del avant-garde. Poco a poco, va empujando los límites expresivos del género para terminar volviéndose el estándar del mainstream. Lo hemos visto suceder con actos como la banda de PC Music o con Arca (quien dio un gran show en Ceremonia).
Puede ser que algún día suceda con Eartheater, de nacimiento Alexandra Drewchin. De momento, la cantante y multiinstrumentista de Pennsylvania sigue galopando la cresta de la ola musical de vanguardia con un pop abrasivo, filoso, que de tan frío, quema. Su show en el escenario Traición del Festival Ceremonia 2022 tuvo todas estas características, que ya habíamos intuido en discos como Phoenix: flames are dew upon my skin (2020) y el inolvidable Irisiri (2018).
Mientras caía la tarde detrás del lago del Parque Bicentenario, una DJ con imponente afro comenzaba a soltar los primeros beats de “Faith consuming hope”, canción de su último disco de larga duración. Eartheater salía a continuación a entonar la etérea melodía, ataviada como la reina volcánica del hielo que ha moldeado a lo largo de más de una década.
Con magnético carisma, la compositora y productora alabó el sabor que le dejaba la experiencia mexicana. Para la segunda canción empuñó una guitarra acústica y desplegó un talento que ya había demostrado incluso en canciones de otras artistas, como en “Ocean of tears” de Caroline Polachek. El arma central, sin embargo, es la voz y una poderosa presencia en el escenario que a veces, incluso, es incongruente con la delicada y atmosférica envoltura sonora de sus canciones.
Enredando el cable del micrófono alrededor de su cuello, Alexandra Drewchin se burlaba de lo anacrónico de no usar instrumentos inalámbricos. "Hace mucho que no cantaba con una correa puesta" decía, pero el tono provocador sugería quizás otra realidad, casi confirmada por la canción siguiente, “Joyride”, en cuyo video la podemos ver bailando junto a la modelo Lourdes Leon en un simulacro del videojuego Grand Theft Auto.
Todo esto daba para una experiencia quizás confusa y alienante, pero lo cierto es que Eartheater logra reconciliar cosas que, algún día, no necesitarán conciliación, pues serán lugares comunes del género. Mientras tanto, podemos agradecer a la banda de Traición por su buena nariz a la hora de programar este show en su escenario y darnos uno de los actos más interesantes en el panorama del pop y de la música experimental.
Te recomendamos: Los Punsetes en CDMX, divertidamente incorrectos