El pasado 20 de abril (Record Store Day) sucedió algo inesperado: un escaso número de vinilos de Boards of Canada estaban a la venta en varias tiendas alrededor del mundo. Estos contenían una secuencia numérica que se debía encontrar en otros discos. O al menos eso creímos, pues poco a poco —como la propia portada del vinilo implicaba— este misterio era más grande de lo que aparentaba. Los símbolos en esta portada sólo mandan a volar la imaginación pues, conociendo al dúo, puede ir desde misticismo hasta cuestiones científicas precisas. Posteriormente, un video de dos años de antigüedad titulado "Nuevas Semillas" (New Seeds) ponía un link a un video con otra secuencia numérica.
Dos secuencias más aparecieron en programas de radio de diferentes continentes, uno en el sitio Twoism y, por si esto no fuera suficientemente absurdo, un código apareció en un comercial de Cartoon Network.
Y como no es suficiente ser infinitamente críptico, Boards of Canada nos llevó aquí...
... A un lugar en medio del desierto para escuchar un nuevo material discográfico. Los fans, hambrientos de la primera producción de este dúo en ocho años, asistieron en números mayores a los que uno esperaría. La escucha fue solemne y dejó algo en claro: Boards of Canada no hace esperar a los fans, sino que juegan con ellos, los hacen formar parte del lanzamiento porque comprenden la importancia de las personas que los pusieron en su lugar. A diferencia de otros.
El diez de junio, mes y medio después de la aparición del vinilo, todo concluyó en esto:
Todas las secuencias numéricas estaban precedidas por por un pequeño arpegio digitalizado, por unas notitas que inspiraban algo prometedor. Esto eventualmente se revelaría como el final de la canción "New Seeds" —alusión constante en toda la campaña viral de este disco—, quinceavo corte de Tomorrow's Harvest [la cosecha del mañana] y uno de los más notables de la producción.
La obra de Boards of Canada siempre ha remitido al pasado, a lo que se encuentra en la profundidad de la memoria, a aquellas antigüedades empolvadas en el ático de los abuelos, a las fotografías viejas de personas queridas. Marcus Eoin y Mike Sandison son usualmente asociados con la nostalgia, pero tienen más que ver con lo inefable. Aquel elemento innombrable y completamente ajeno a nosotros apodera las composiciones de los hermanos y dispone de cualquier noción convencional comunicativa: palabras, lenguaje, señales, claridad. No es sólo cuestión de recordar, sino de un devenir. Boards of Canada tiene un mensaje, sí; pero es más importante el medio, y éste es la música.
"Reach for the Dead" es el primer sencillo del álbum. Funciona como un grandioso in crescendo previo a lo que sucede durante los siguientes 15 cortes. Aunque Tomorrow's Harvest puede escucharse demasiado parecido a los discos anteriores de los hermanos, hay un elemento que lo distingue, y es que llevaron todas las características suyas a un contexto moderno. Es decir, llevaron su capacidad de remitirnos al pasado a un contexto futuro. ¿Pesimista? ¿Optimista? Eso es intrascendente. Si algo quiere decir "Reach for the Dead" casi al principio del disco, es que la comprensión del futuro —de la cosecha del mañana— depende completamente de recordar la tradición que nos dejó este pasado. Es retomar todo lo tangible o intangible que uno cree está enterrado en el pasado y revivirlo, es alcanzar a los muertos y traerlos al presente.
La idea de Jacques Derrida sobre la fantología es de muchísima profundidad; no obstante, de manera escueta, se puede decir que este concepto trata sobre el fantasma que regresa del pasado para definir las cuestiones del futuro. En una modernidad donde todo está al alcance y el proceso de adquisición está suprimido, es esta remisión a lo anterior la que provee un discurso para el futuro. Derrida fue interpretado de esta manera por varios críticos musicales, y su evidencia está en actos como Burial o R. Stevie Moore, cuyo discurso es aludir a formas "anacrónicas" en aras de romper la barrera moderna de lo innovador y accesible.
La música de Boards of Canada siempre ha tenido esta característica y en Tomorrow's Harvest se hace evidente desde en el contenido, hasta en las interpretaciones de los fans. "Gemini", la canción que abre esta producción, comienza con un sonido como de introducción de un VHS educativo sobre la radioactividad, para después sufrir una metamorfosis envolvente y catártica. De este modo, "Gemini" funge como una introducción a la trágica historia de la modernidad, contada por los hermanos Marcus Eoin y Mike Sandison. Resulta curioso observar las interpretaciones de los fans, que fusionan la pieza "Cold Earth" con videos espaciales de la invasión de la humanidad al ambiente terráqueo. Si a algo se presta la música del dúo escocés es a las interpretaciones más interesantes.
Y este puede ser uno de los detalles más fantásticos de Tomorrow's Harvest: que cuenta la historia que uno quiera. Los videos no oficiales de las canciones son la prueba. Hay desde videos reminiscentes de la Film Board of Canada (de donde los hermanos tomaron nombre), videos de tema post apocalíptico, o algunos que parecen viejos recuerdos de tiempos olvidados.
Boards of Canada - Jacquard Causeway from Pisces Virgo Rising on Vimeo.
Finalmente, Boards of Canada creó una versátil narrativa musical. Una donde hay historias tristes e historias optimistas, donde se ve hacia atrás y se cuestiona hacia adelante. Donde cualquier futuro es contingente. Marcus Eoin y Mike Sandison dejaron un camino, y es cuestión del escucha elegir hacia dónde va.