De su debut a la creación de una realidad virtual: la experiencia “Björk Digital” en el FM4C.
Este momento es un punto de convergencia de tres diferentes fases de Björk. El más expuesto y que nos dejará ver a través de su presentación en el Auditorio Nacional. En él nos llevará a través de su tragedia griega a pecho abierto. Intenso, sin visuales y a pura cuerda, como si fueran el sistema nervioso, para llegar a momentos más conocidos como lo podrían ser “Aurora” o “I’ve Seen It All” y dejarnos con una invitación para su siguiente presentación en el festival Ceremonia. Aquí veremos un lado más fiestero, que disfruta los sonidos electrónicos, los beats intensos y que se emociona por presentarse antes de M.I.A.
El tercer lado que, en el espacio compuesto por las paredes del Foto Museo Cuatro Caminos y a través de 8 salas, se nos permitirá ver a Björk y su trabajo audiovisual. Como un ser digital, está exhibición que de manera orgánica crece y se le incorporan nuevas características con cada muestra. En nuestro país se presenta una de las más completas que se ha presentado hasta ahora, junto con la que se montó en Islandia. Con 6 toneladas de equipo para poder apreciar todo su trabajo como ella quiere: que su arte se disfrute al máximo. Se tendrá durante 50 días, desde el 21 de marzo hasta el 7 de mayo, la oportunidad de asistir.
El recorrido dura un poco más de una hora y comienza con la pieza comisionada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA por sus siglas en inglés). “Black Lake” es la creación bajo la dirección de Andrew Thomas Huang, en la cual trataron de recrear el sentimiento de estar en una caverna y el recorrido para llegar a la superficie. Como analogía a sus sentimientos y el proceso de curación, como lo ha sido todo el proyecto Vulnicura (2015). La instalación consiste en dos proyecciones diferentes de este recorrido, encontradas una con la otra de manera que Björk se acompaña a sí misma. Con una sonorización de 58 altavoces ubicados por toda la sala, en las cuales la voz de la islandesa va cambiando de lugar.
La siguiente parada del recorrido es “Stonemilker”, que es la primera producción audiovisual en su proceso de sanación. Nos presenta en un video 360º a una mujer más zen en una playa de Islandia. A pesar de que la instalación no es impresionante a primera vista, es en esta parte de la exhibición que empieza un encuentro más íntimo con la islandesa. Mediante la ayuda de dispositivos electrónicos y bancos que giran sobre su eje, es como si cantara cara a cara el primer track de su último disco de estudio.
Como tercer punto en la exhibición, se presenta de igual manera “Mouth Mantra”, en donde colocan al espectador dentro de la boca de Björk. Creación de Jesse Kanda, en esta pieza audiovisual con un tema recurrente en la cantante islandesa – la boca –, nos muestra su interior en 360º y sin temor, para continuar con la reproducción de otro video en 360º. “Quicksand” habla sobre la filosofía de ser madre en una relación dañada. Es una bella creación audiovisual creada en Tokyo, a partir de un performance en vivo con realidad aumentada. Gracias a la ayuda de Dentsu Lab Tokyo, se puede viajar a través del espacio junto a una mujer con los músculos faciales expuestos, máscara de la creación de Neri Oxman.
La cuarta escala es “Family”, que nuevamente bajo la dirección de Andrew Thomas Huang y en colaboración con James Merry, es un viaje en realidad virtual, en el cual mediante unos controles el espectador es capaz de interactuar con la versión digital de Björk y ayudarle a sanar la herida en su pecho.
La quita y última parada del recorrido es “Notget”, bajo la dirección de Warren du Preez and Nick Thorton Jones, se entra con Björk como polilla a un mundo de obscuridad que es merodeado por un monstruo. Se puede observar como una pequeña mujer herida en las sombras, crece en una amazona gigante de luz lista para la siguiente batalla.
La exhibición cuenta con la sala Biophilia, proyecto lanzado en 2011. Es el primer disco en el que todas las canciones son una aplicación. Aquí se puede interactuar con cada una de las canciones en sus diferentes modalidades: como canción, como juego o como instrumento. Nos permite conocer sobre escalas tonales y la manera en que estas se construyen. Una sala de videojuegos de tablet para aprender un poco de música.
La última sala, pero no menos importante, es el Cinematografo. En dónde se puede ver una selección de la cantante, de sus videos dirigidos por artistas como Eiko Ishioka, Alexander McQueen, Nick Knight o Michel Gondry. Una retrospectiva audiovisual remasterizada para la exhibición y con un sonido impresionante, que a lo largo de 120 minutos, permite conocer el trayecto audiovisual que Björk ha recorrido a lo largo de su carrera. Para disfrutar la exposición hace falta tener mucha curiosidad sobre lo que está sucediendo actualmente en la industria musical y la manera en que la tecnología es una herramienta del arte contemporáneo. Una exhibición sin igual e innovadora, que permite a los asistentes reflexionar sobre el lugar del ser humano en la naturaleza y que los transportará al mundo de esta cantante tan excéntrica, que pareciera salida de la fusión de un cuento de hadas y una novela de ciencia ficción.
El acceso a Björk Digital es en grupos de 25 personas cada 15 minutos y los precios son: $660 de lunes a domingo de 10 am a 8 pm $790 de miércoles a sábado de 8 pm a 12 am (incluye dos tragos de cortesía) $330 de lunes a viernes de 10 am a 12 pm ÚNICAMENTE con credencial de estudiante o del INSEN *Estos precios aplican para compra directamente en taquillas del Foto Museo Cuatro Caminos, en sistema Ticketmaster se incluirá cargo por emisión.