Fotos cortesía: Monn Castro
Un huracán de escala descomunal llegó la noche del viernes al Teatro Metropólitan. Las luces azules inundaron el recinto pasadas las 8:40 PM y el estruendo se hizo notar desde que los integrantes de Love of Lesbian salieron a interpretar "Cuando no me ves". Siete músicos llenaron el escenario y arrasaron "Bajo el volcán".
Con el reciente fallecimiento de Leonard Cohen, la banda le dedicó un tema al igual que a Prince y a "San David Bowie". El 2016 ha sido nefasto para el mundo de la música, pero si bien perdimos a grandes letristas, la primera mitad del show se centró justo en las canciones que se cantan con más sentimiento, donde cada palabra cuenta y las voces de los fans se hacen una con el inconfundible Santi Balmes.
Ante la victoria de Donald Trump (que se hizo presente en varios momentos del concierto) el vocalista mencionó que dan ganas de gritar y eso hicimos en "Allí donde solíamos gritar". Esta clase de conciertos nos hizo desear "Noches reversibles", sobre todo cuando podemos viajar al pasado, específicamente a "1999". Claro que el presente también es importante y ya que la visita se debe a su última producción, El poeta Halley, LOL estrenó "En busca del mago". A veces uno pierde un amor y tiene la mala suerte de volverse a encontrar a esa persona años después. Nada es igual, ni siquiera las versiones que hicieron de "La niña imantada" combinada con "Mi primera combustión" y "Segundo asalto", que acompañaron esta triste historia. Golpean bien, lo hacen bien. Love of Lesbian se mostraron contentos pues pudieron compartir escenario con el que ha sido productor de todos sus discos, Ricky Falkner, además de traer el mismo espectáculo de luces que en su natal España. Al ser de Barcelona, Balmes nos platicó que allá antes de registrarte como ser humano, te afilian al club de futból. "Es más fácil cambiar de sexo que de equipo, conozco hasta travestis que no han dejado de irle al Barça" bromeó el líder de la banda. "Contraespionaje" es un pedacito de Barcelona que la banda compartió con nosotros.
Santi es un psiconauta y le cuesta trabajo despertar, por lo que nos pidió grabar unos tonos para su celular. "Despierta ya, pendejo" el más peculiar. La segunda parte del show quitó el protagonismo a las palabras y se lo dio a lo instrumental y al baile. Quizá "Incendios de nieve" fue la única que, si bien no sonó tan festiva, se cantó con potencia y sentimiento. Algunos afortunados tuvieron a Santi de cerquita y la fiesta continuó con la fantástica "Los toros en la Wii", "Algunas plantas", más baile y mucha más interacción con el carismático guitarrista Julián Saldarriaga (su propio Miles Kane, bromearon).
"El club de fans de John Boy" parecía ponerle fin a la velada que ya iba para las dos horas y media, algo extraño en esta era de conciertos de hora y cuarto, algo que se debe aplaudir. Sin embargo, el segundo encore se veía posible pues aún no se encendían las luces y el clásico "otra, otra" cada vez sonaba con más fuerza. Por última ocasión el poeta Halley se hizo presente con el tema homónimo -y su respectivo agradecimiento especial a Joan Manuel Serrat, quien recita este poema- en combo con "Planeador". Al día siguiente tuvieron otra presentación y así, ese huracán -con escala de fuerza 6- se irá a otras ciudades convencido de que a la CDMX siempre podrá volver.