“As for now I'm gonna hear the saddest songs And sit alone and wonder
How you're making out” - "Screaming Infidelities"
Un hombre sensible y su guitarra. A principios del nuevo milenio la emotiva voz de Chris Carrabba se ganó un lugar importante entre los corazones rotos. Hay lugares a los que tememos y sentimientos que -aunque no queramos- inevitablemente llegarán. Dashboard Confessional fue el soundtrack para el desahogo en su forma más primitiva: la rabia adolescente, el dramatismo, la sinceridad.
¿Es importante que nos visite una banda que no ha lanzado un álbum desde 2009? ¿El público del Corona Capital esperaba ver a alguien cuyo mejor momento fue hace más de una década? Probablemente no. Pero la nostalgia siempre hace de las suyas.
https://www.youtube.com/watch?v=2WoJV4NLxqg
Una tormenta comienza y un cómic se abre. Es 2004 y vemos a Peter Parker sufrir por Mary Jane (#TheFeels). “Vindicated” era el video oficial para Spider-Man 2 y así como la trilogía de Sam Raimi, puede ser odiado por muchos, pero lleva a otros a su infancia/pubertad. Un buen porcentaje de los asistentes al Corona se encuentra en este rubro.
Lo que te acompaña en el primer amor o la decepción más dolorosa se queda. Las palabras de Chris calan hondo y a veces sólo necesitamos berrear, aunque no sea para tanto. La catarsis a veces viene de lo más simple, porque las canciones de amor en cualquiera de sus fases siempre venderán. Es lo más cotidiano. Y aceptémoslo, estar dolidos se puede volver hasta adictivo. Y sin importar si ya lo superamos o no, volver a cantar “Screaming Infidelities” a todo pulmón se vuelve disfrutable.
Quizá nunca se reconozca la importancia de esta banda. La etiqueta emo le va bien y todo lo que la lleve siempre se juzgará como puberto, cortavenas, además de asociarse con flecos y delineador. Lo que es verdad es que todos necesitamos tirarnos al drama alguna vez y berrear o enamorarnos al ritmo de Dashboard Confessional es lo más simple y honesto que podemos hacer.
https://www.youtube.com/watch?v=tuv_TB_XR2c
Después de todo recordar es vivir, y si Pokémon y los diez años de The Black Parade de My Chemical Romance son tendencia en pleno 2016, ¿por qué no habríamos de aprovechar que un acto que creíamos muerto aparezca tan sorpresivamente en uno de nuestros festivales favoritos?